A la incesante búsqueda
Teje con su piel la armazón
de lo que será su sino
Una fuerte contracción
desde el útero su anunciación:
Viniste al mundo
para que como yo,
paras todas las células
Maravillosa criatura,
en ti, está el universo encapsulado
Pastorcita, pastorcita
estás cuidando el rebaño
Sí, temo que se atreva
a cruzar el azul océano
Y un témpano de miedo
lo rapte y quede en el olvido
Peinando su cabellera,
siente que la feminidad
nunca se ha ido
Sus caderas, sus desvíos
le recuerdan que está
hecha para el amor
Por eso se confunde
cuando los quiere a todos
y selecciona a uno
Sólo para la trascendencia.
Ya que al final se agotará con todos
Desde siempre fui mujer,
antes de madre, de amante, de esposa
En mi crisálida se gestó
la separación de mi otra parte
Lo busco en todos,
amargos y vacíos actos fallidos
Y sólo aparecerá cuando,
desfallecida, lo de por perdido
Juan David Porras Santana
que buen final.. me ha encantado..muy bueno.. tus letras cada vez son más imperiosas...sentandose en el trono que le corresponde... alta escritura....gracias.. mi querido amigo.. te deseo lo mejor.. besos
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