Era tan portentosa la fuerza del sexo
que Dios tuvo que pactar
Ya estaba Lilith , antes que Eva ,
era el súcubo de los sueños húmedos
Los monjes como los sacerdotes de hoy,
trocaban sus votos de silencio
por largas plegarias onanistas
Ayer, hoy y siempre será
el centro de nuestro particular universo
Así lo decidimos:
convertir la fisiología en axiología
Los genitales en obsesiones
de las artes y de los valores
¿Sabemos por qué?
Por la danza, nuestra elaborada
forma de expresar
un deseo horizontal de manera vertical
El Kama Sutra llamado la “unión Divina”
evita la pecaminosidad, ja já
En lo más oscuro
de nuestro ser rodeado de niebla,
parpadea un faro que nos guía
hacia la costa del placer
Pecar es la única opción
verdaderamente libre y retadora
No desear es pecar,
la necesidad es
para los gatos salvajes y las hienas
Lilith , recogía por amor al semen,
todo aquel que estuviese desperdiciado
¡Dios cuánto culto al sexo!
Aquí me tienes escribiendo
sobre lo ya escrito
Padre mio , aparte de mi al demonio
que hace que cuando pienso en ti
Me asalta la duda,
si a María Magdalena la salvaste
o te perdiste con ella.
Juan David Porras Santana
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