El poeta no es un filósofo, sino un clarividente.
Juan Ramón Jiménez
Mi amor que era tan incierto
hoy es la flecha de cupido
no apunta, adivina y acierta
porque pisa en lo absoluto
lo relativo es dominio de la física
Trigo y maíz nos hicieron diferentes
Unos miran los saturnales
los otros las constelaciones
El poeta del trigo camina con pies
el del maíz con alas
Uno quiere sibilinamente
llevar a la mujer a la cama
El otro no soporta el deseo
y en el recodo del camino la goza
Mi amor era tan puro
Hoy se viste de fetiches y conjuros
Ya no es espíritu, retorcidas posturas
Se basa en la extenuación de los sentidos
Y el alma es dominio de una fe dormida
Templado y tropical nos engendraron opuestos
Unos insisten hasta la muerte
Los otros solo hasta el cuarto creciente
El ritmo se les fué languideciendo.
La tumbadora retumba hasta la aurora
Poeta que olvida por la nieve.
Poeta que suda en las noches con las hembras
Ambos son rosas náuticas
que sus agujas apuntan antípodas
Para encontrarse con buenos clarividentes
En los lados opuestos de un solo reino
El reino de éste mundo que le es apto a la Luna
Juan David Porras Santana
ESTO SIE ES UNA GRATA
ResponderEliminarSORPRESA.
TE ENTIENDO AUNQUE CONFUSA
QUEDE. ES QUE DESEO TANTO
ENTENDERTE QUE ME VUELVO
CLAROVIDENTE.
LLEGAS PARA QUEDARTE.