Sherezada , en Occidente
no es consecuencia sino causa
Todas mis noches le pertenecen,
soy devoto de su fragancia
Nació dentro de mí antes
que me la presentara el gran Borges
Ya era muy tarde
para que me sedujeran sus exóticas leyendas
Me había invadido como una hiedra,
sin dejar de cubrir espacio
Así que en Oriente siempre fue magín ,
mientras la piel aceituna de Sherezada
latía como una fiera que enjaulada
dentro de mí quería salir, no se conformaba
Rogó a Sindbad el marino, la ayudara a huir
Sin darse cuenta,
me hice marino y por un tiempo creyó
haber huido de mí,
porque nuestras noches eran de espuma y sal
De ella aprendí
que la gran aventura siempre sería en el mar
Desesperada grito:
ábrete Sésamo pero tal era la inextricable hiedra
que nunca se abrió
y cometió su segundo error: ciérrate Sésamo
y la hiedra la apretó con tanta firmeza
a mi corazón que con él late hoy
Empezó a sentir que a diferencia
de su odiado Sultán, yo la amaba
Aún confundida, no conocía el amor ,
usó su último recurso , Aladino
Frotó la lámpara mágica
y el genio apareció, furibundo le dijo:
Alá , no es tu Dios,
el tuyo todo te lo dió que puedo hacer yo
Se encendió su conciencia,
estoy en Occidente no vivo atrapada
en el palacio de un Sultán,
sino soy con un hombre su par
Nos tenemos el uno al otro por lo tanto
no serán las mil y una noche,
sino las mil y todas las noches
Moraleja : A los hombres Islamistas, Alá les prometió
un cielo lleno de mujeres en el más allá
A los cristianos Dios nos dio a la mujer
como eterna compañera en el más acá
Juan David Porras Santana.
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