Foto cortesía de Yoshiko Uchida
Desde las cenizas me levanto,
con mi cabello rojo
y devoro hombres como el aire.
Sylvia Plath
Miro tus alados pies y cae sobre mí
una lluvia de cabellos que empapan
todos los sentidos que habían huido
Beso prolongadamente el arco de tu pie
Y mi nariz se pierde en tu fronda sin fin
Veo en lo inextricable como repta el deseo
Al fin despiertas, parecen medusas tus cabellos
Y mis ansias enloquecen al sentir la fragancia
de madreselva que desde tu feraz dermis florecen
La cabellera de una mujer son helechos oscuros
que sugieren que el sexo será lo que tú quieras
Y ella lo permitirá si con paciencia vas a la raíz
dónde toda mujer esconde el fruto prohibido
Juan David Porras Santana
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