Nadie sabía que no eran sus formas, era su energíaTodos lo sentían, los atraía a su línea magnéticaSucumbían y como en una red en sus entresijos quedarían
Nadie la tocaba era una mujer de tántrica sal marina Se gravitaba en torno a ella completando elipses Espectros de satélites que solamente la mirarían
Decidió por lo inmaterial al punto de ser un Mantra Quería ir más allá dónde sólo la llevaría la Metafísica Abandonar todo lo que la fatigó, al final no pudo
Un pedazo de carne, tejido y arterias la detuvo Sintió que de eso también estaba hecho Dios Y sin eso no podría morir clavada en la cruz, como tanto anhelaba
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