EN EL FONDO DEL OJO SU RELÁMPAGO PERMANENTE
Nadie sabía
que no eran sus formas,
era su energíaTodos lo sentían, los atraía a su línea magnéticaSucumbían y como en una red en sus entresijos quedarían
Nadie la tocaba
era una mujer de tántrica sal marina
Se gravitaba en torno a ella
completando elipses
Espectros de satélites
que solamente la mirarían
Decidió por lo inmaterial
al punto de ser un Mantra
Quería ir más allá
dónde sólo la llevaría la Metafísica
Abandonar todo lo que la fatigó,
al final no pudo
Un pedazo de carne,
tejido y arterias la detuvo
Sintió que de eso
también estaba hecho Dios
Y sin eso no podría morir
clavada en la cruz,
como tanto anhelaba
Juan David Porras Santana
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