Si algo añoro mi amada es tu calor No hay dos calores humanos iguales ¿Piel, qué arquitecto te diseñó? Siempre lo sospeché, Dios es sensual
Lo último iba ser su más grande obsequio Nos envolvió para entregarnos al reino de este mundo y te entregó a mí por el magnetismo de tú piel Me gusta cuando un beso en tu espalda despierta en ti legiones que estaban a la espera de una orden que yo provoco y tú no contienes
Nunca he podido descifrar por qué tu piel Al mínimo roce soy tan tuyo como tu orgullo Que va cediendo cuando tu calor va creciendo hasta que no te perteneces, y te abandonas al ir y venir de las mareas
Comienza entonces una alquimia tan antigua. Para nosotros es una hoguera que Eros encendió para que tú y yo nos consumiéramos en el borde azul del fuego
Lindo
ResponderEliminar