Sosiego de mi existencia, fuente de mi fortaleza ¡Oh mar! en ti descubrí que ser y estar son un único estado en cuerpo y alma Es tal tu poder que con pensarte, en ti me sumerjo
De todos los Dioses, sólo Neptuno es mi ángel de la guarda Por eso al entrar en ti, nunca tengo miedo, es el primer instante Se parece a cuando hice el amor por primera vez, inquietante momento de sobresalto y hallazgo Por eso para nosotros los marinos eres la mar, que circunnavegando le haces el amor a la tierra
La belleza de esta mujer es inescindible del mar zafiro y las piedras negras No puedo dejar de pensar en ella sin sentir el dilatado océano Pacifico y las telúricas rocas de San Lucas , en ellas la reconozco por el canto de las ballenas Por eso en ella entiendo su poética de grandes silencios y sustantivos períodos sumergidos
No hay comentarios:
Publicar un comentario