El hombre puede soportar las desgracias
que son accidentales y llegan de fuera.
Pero sufrir por propias culpas,
ésa es la pesadilla de la vida
Oscar Wilde
Extenuantes jornadas de huesos rotos
Delirantes nocturnales atávicos
Son mis memoriales días de purga
Renazco en cada zenit, vertical
Es que acaso no es suficiente amargo
Palidecen ante mí los lamentos de los afligidos
Aúllo junto a las mujeres y hombres de este mundo
Nunca hemos sido y estado tan juntos, uno
El universo se asombra de tal unicidad en lo gregario
Cepillo el lomo de mi yegua berberisca
Cabalgaremos las esplendidas llanuras sin culpa
Ya vendrán por mí, las Moiras a que cumpla mi castigo
Juan David Porras Santana
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