Bambú, resonancia de oquedad en el reino vegetal
Abrazo una espléndida caoba vibra en mí su mensaje
He entrado en la ancestral memoria de las pacientes raíces
Soy hijo del cinturón ardiente del trópico que transpira
El primer cielo que vi era verde y sin sol, la luz licuada
El oído se abrió como una flor para escuchar a la savia
El follaje incestuoso confunde sus variopintos orígenes
Simbiosis oscura que en algún momento florecerá
en la orquídea fantasma que despierta las ganas de poseer
De ti vengo y llevo tu esmeralda que también es mar
Porque mis selvas caen como cascadas en el Caribe
Y a veces no sé si el verde que me envuelve es selva o mar
Juan David Porras Santana
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