Un
ciervo tiembla ansioso porque columbra al depredador. Mi mente está más allá de
las galaxias consciente de que todas las luces se encenderán de pronto. Se conturba. La erosión de las
grandes crestas, los hundidos valles, son un mundo más y los puedo adoptar como
el sosiego del alma.
Consciencia
atroz que sin gradación me muestras tantos universos y te desprendes del tiempo
y el espacio. Todo por fin es azul. ¿Qué cómo lo supe antes? Los dioses de la
creación fueron mi creación para huir de tanta metafísica fallida. Ellos
querían ser hombres antes que dioses ¿la razón? Querían poseer a la mujer,
sentirse temblorosos, temerosos puestos
prueba por la gran fuerza centrífuga que ejerce el centro gravitatorio
de la hembra sobre el macho. Aterrados
hicieron estallar el Big Bang , que palidecía como fuegos artificiales a la
velocidad de la luz, frente a la cruz dónde Cristo se había sacrificado para salvar a la humanidad .
Sí,
es tan complejo un sentimiento, nos demuestra que frente a tantos eventos físicos,
paranormales, una lágrima va tan adentro
que no existe plano sideral que la contenga y la explicite.
Vengo
de un mundo que no recuerdo, se produjo una amnesia necesaria porque fueron
tantas y difíciles las pruebas para llegar aquí. Que de tener conciencia de las
mismas nos desintegraríamos de tanto sufrir. Superado el gran filtro. Heme aquí
Juan
David Porras Santana
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