Amamos siempre, estamos enamorados a ratos
Si nos enamorásemos permanentemente
Nuestro destino sería por muerte súbita
No lo queremos aceptar para ser inmortales
Eterna jugada con la que permanecemos
en la arena del Coliseo derrotando fantasmas
Alegoría con la que trazamos la primera línea
con nuestra propia sangre ¡Aquí estamos!
Asombrosamente en nuestros hijos transmutamos
El amor carnal por amor inextinguible, imborrable
Somos la casta más elaborada del Universo
Al punto que la sinapsis comunica, seducir
Amada siempre serás deletreada, P A S I Ó N
En carne viva nuestros cuerpos sangran
La cicatriz de lo que fue no desaparece, está y es
No cometamos la estupidez de perder
ese sagrado instante por maniqueas apariencias
Juan David Porras Santana
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