15 jul 2013

CON LOS OJOS BIEN ABIERTOS


                                    
                    Para Everly  González

Todos extrañamos la inocencia.  Ese  corto  espacio y tiempo donde somos inmortales. Todo era sujeto de cuestionamiento y ejercíamos una valentía que se evaporó y que queda resumida en la patética frase; te recuerdas cuando….

La vida la aceptamos como compartimentos  estancos, que no permiten un continuo y todo se acelera como una curva exponencial hacia la muerte.

Lánguidos como el balido de los corderos, vamos cediendo nuestra existencia al inmenso vacío, haciendo uso de un viejo truco de la incompetencia: vamos a recuperar el tiempo perdido, como si acaso nuestra vida fuera una división y no la acumulación que le va agregando valores al equipaje con que vinimos a este mundo, como los leves detalles que aguzan la sensibilidad  hasta el  ser  en sí mismo que está en ti y no te das cuenta.

¿Qué nos pasó? Le dimos demasiado poder al ego que se alimenta y disfraza nuestros miedos.  Es como si  tu YO  fuese Hannibal  Lecter  quien vive gracias al pánico de sus víctimas. Ellas mueren y él se crece.
Nos convertimos con los años en víctimas, dejamos de ser lo héroes de nuestra inocencia. El colmo es que creemos que así  tiene que ser, lo dicta la experiencia .

Hace cinco años enfermé de cáncer –  Linfoma no-Hodgkin – la causa,  el sufrimiento, la remisión, la inocencia, volver  a abrir los ojos hacia adentro y sobre todo hacia fuera. La misma noche que me dieron la noticia, fui a hablar con mis padres, sentía más dolor por ellos que por mí y les dibuje un escenario totalmente alentador y tranquilizante.

Luego en mi casa, sentado en el excusado- no por la cagasón, bueno un poco- miré hacia dentro y hacia fuera, literalmente. Mi baño tiene una espléndida ventana  y observé nítidamente el firmamento y vino a mi memoria el hermosísimo poema de Juan Ramón Jiménez, Eternidades:

No dejes ir un día
sin cojerle un secreto, grande o breve
Sea tu vida alerta,
descubrimiento cotidiano,
por cada miga de pan duro
que te de Dios , tu dale
el diamante más fresco de tu alma  - Juan Ramón Jiménez-

Hoy sigo luchando,  no contra el cáncer que no es sino una consecuencia, me convertí en el muchacho de 57 años que enfrenta todos los días la tristeza, que un YO despótico le quiere imponer para salvaguardarse del crimen de una vida con tanta belleza.

Juan David Porras Santana




4 comentarios:

  1. Mi queridisimo Juan David, Tu eres un sinonimo de lucha y crecimiento, no solo a nivel personal. La vida te ha puesto muchas migas que has convertido en una fuente inagotable de ensenanza y valor. Gracias por compartir todo ese tesoro que tienes dentro de ti. Un beso.... Jackie

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  2. Tibisay Oviedo16/7/13, 10:08

    Mi muy querido amigo, no dejas de captar mi atencion en cada palabra escrita, inmumerables las distintas sensaciones que me produce el leer tan admirable contenido, me quedo sin palabras...será por lo acertado en ellas que cada uno de nosotros en algun momento de nuestras vida así lo hemos sentido?...el que te abras de esta manera causa en mí gran admiración y respeto por ti...No me queda más que repetir ese tan acertado poema que citaste "No dejes ir un día
    sin cojerle un secreto, grande o breve
    Sea tu vida alerta,
    descubrimiento cotidiano,
    por cada miga de pan duro
    que te de Dios , tu dale
    el diamante más fresco de tu alma" - Juan Ramón Jiménez-...pero más que grabado en tu memoria y ahora en la mía , es tiempo de ponerlo en práctica...Gracias por Ser, mi querido y bello Juan...Besos

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  3. María Belén16/7/13, 11:16

    Hola, eterno luchador, romantico y con muchas verdades dentro de tí. Bello el poema de Juan Ramón Jiménez
    Precioso el poema.

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  4. Con lágrimas en mis ojos recorriendo mis mejillas... con un portento en mi pecho ... que no sé del aire que respiero.. leyendo tus letras y castigarme no puedo.. es el silencio retenido en mi consciencia hacia ese emiferio que me hace sentir... retomando la palida persecución de la vida.. donde el portentoso exije regocijo en su enjambre.. intentando llamar la atención con su manto en la oscuridad de lo perdido.. gracias a Dios.. que no te ha llevado consigo... pero te dejó un tormento de sin vivir que aún así.. ganaste la batalla..
    superando con tu rito de hombre gritandole a la vida... por eso hice este poema... cuando cada día que pasaba veia a alguien que dejaba este mundo... y yo.. furiosa si... furiosa con Dios... que deja que venga ese potentoso a destrozar familias ... Aquí dejo ese poema... que ha ganado varios premios en concursos.. saliendo en libros recorriendo ciudades a vista de todos los que quieran recitarlos... con todo mi amor y cariño... hacia ti..mi querido amigo..Juan... y a todas las personas que han perdido a alguien... besos...
    LA MUERTE.

    Con tu manto negro llegas,
    a llevarte a la gente,
    arrastrándote en las sombras
    imperioso e indulgente.


    Te da igual que sean personas,
    animales o plantas.
    Te los llevas a deshoras,
    en luchas que derramas.


    Como ángel de un pirata,
    no conoces pobrezas.
    Rastrero como una rata
    te llevas sus riquezas.


    Lo más valioso, que es el alma
    Y aquí sólo nos quedan,
    el féretro de gran madera.
    Que en hombros se lo llevan.


    Entre paredes de un nicho
    reposa el cuerpo inerte.
    Con foto, flores y un dicho.
    Es lo que trae la muerte.

    Autor: Alicia Climent.

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