Siempre soñaba con el mismo excepcional amante
Sobresaltada se incorporaba,
Sudada, complacida por el fuerte dolor en el vientre
Sólo recordaba verse penetrada por aquellos ojos rojos
Se sentía avergonzada porque quería dormirse para soñar
Sentir que la montaba aquella bestia, era regresar a su animalidad
Experimentaba con hombres rudos, crudas fantasías sexuales
Qué ajenos y distantes, farsa barata de lo que sentía por él
Lo invocaba, ritos, ceremonias, rezos
Sólo se hacía presente cuando dormía profundamente
Decadente, su vida languidecía en la vigilia
Decidió dormir para siempre,
Sería la comunión con la concupiscencia
Nunca volvió a ver sus ojos incandescentes, a sentirlo
Todo se reveló ante ella, mientras dormía despierta
Ella, era él, tal era su lujuria que sólo la podía soñar
Sí lo hacía realidad se desvanecería
Como le sucedió con la muerte
Juan David Porras Santana
Tan profundo..como la vida misma...
ResponderEliminarÍncubo...Espíritu... diablo... que tiene relaciones sexuales con las mujeres... bajo la apariencia de un hombre... UAUUUUU....que letras...Dios...y el final...impresionante... ardiente,,, senxual,,, lujurioso... impactante..uniendo la vergüenza con el análisis de la insaciabilidad de la unión...que el final sólo era un sueño..y si lo hacía realidad se desvanecería como con la muerte..QUE BUENO....SI...me ha encantado.... un amor así...uauuu... pero que no fuese sueño ni muerte... que durara hasta los fines del infinito..uauuu...gracias..mi amor..eres un artista .. te AMO...besos
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