A Arthur Rimbaud quien me dio una lección de honor
¡La hemos vuelto a hallar! ¿Qué? La Eternidad....
Es la mar mezclada con el sol.
Arthur Rimbaud
Verlaine y su chusma cum laude, invitaron a Rimbaud a profanar tumbas y copular con los cadáveres de mujeres muertas. Ya en el cementerio , abrieron una lápida , dónde yacían los restos de una “sexigenaria “. Apenas levantaron la tapa del ataúd, salieron despavoridos, vomitando y quejándose del hedor, mientras Rimbaud procedía a bajarse la bragueta y sacándose el miembro viril , lo introdujo en la vagina pútrida de la muerta . No sintió, ni placer, ni asco. Se incorporó y decidió ir a la rue Montorgueil, dónde púberes esperaban ser desfloradas por apasionados y respetuosos caballeros. Mientras en su patético laboratorio surrealista, Verlaine y su combo de idiotas, celebraban con champagne la hazaña que quedaría en un bastardo papel.
Poetas malditos impostores
que grande les quedó Rimbaud
Qué triste autoetiquetarse de maldad
cuando un conejo los asusta
Ustedes que hablan de verdades absolutas
y lo absoluto los devora mientras aquel genio
pasó de las letras al tráfico de armas
sin vuestra anuencia, consumido por el cáncer
todo el honor para él ,
pequeñas víboras de papel
La emoción me embargó
cuando supe de ustedes
Era un novel lector toda lo asimilaba
La verdad y la mentira
se me patentizaban
Como si tuviese el ojo clínico
de un viejo Docto
A punto de claudicar del fastidio
de sus fórmulas mágicas archirebuscadas
Mis manos acariciaron el texto
que afianzaría mis valores
¿Cuál puede ser? uno nada más;
una Temporada en el Infierno de Rimbaud
Entendí la diferencia entre querer
y consecuentemente hacer
Lo funesto hecho un afluente místico
La muerte acompañándote desde niño
Los ángeles que como cuervos
no mueren de frío
Las flores son entregas de quien ose cortarlas
Eres el extremo necesario
para conocer el término medio
Poeta que desfloras la primavera
y apremias el gélido invierno
Que si hubieses nacido en Sodoma
se escandalizarían y te echarían
Pero igual si hubieses nacido
en un Jardín de infancia
los niños y sus madres te adorarían
Si alguna vez quiso Dios ver alguno
de sus arcángeles hecho carne y acción
eres tú. el eligido, Arthur Rimbaud
Juan David Porras Santana
Pd: El escrito introductorio forma parte
del poema , porque está hecho por mí
con tajos de la realidad, de los sueños
y del conocimiento sobre el poeta.
Aun cuando es una breve narración
todo el poema lo es
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