Hasta hace poco me preguntaba: ¿quién hace
poesía, la musa o el poeta? Hoy corroboro, una vez más con tu escrito que la verdadera escritora eres tú.
En un maravilloso ensayo sobre Poesía,
imaginación y realidad, García Lorca discurre sobre la idea de que nada puede
ser imaginable, si no existe en la realidad. Trae un ejemplo muy esclarecedor.
Durante siglos- sobre todo los del dominio mágico religioso- se pensaba que las
grandes cavernas de la tierra eran la obra de gigantes, que habían horadado la piedra
hasta crear esos monumentos de la naturaleza, en muchos casos de kilómetros de
profundidad. La ciencia moderna se encargó de demoler el mito, y de manera
rigurosamente científica y hermosamente poética, nos explicaron que su creador
era una simple gota de agua pertinaz que sobre la roca caliza esculpió
lentamente- millones de años- las entrañas de la tierra. Y nos preguntamos:
¿Qué es más poético la obres gigantes o la insistente gota de agua?
Obviamente la explicación científica se hace poesía.
Seguramente resistida por tu necesidad de
tangibilidad de la realidad- la vida, y
la poesía no es distinta a ella, sólo pueden entrar al espíritu por los
sentidos-le das preeminencia a la sangre, al sudor y a las lágrimas
(Churchill y la 2° guerra mundial), pero tu alma no deja lugar a dudas, estás
hecha de eso y también de notas, verbo y sueños.
Eres quiméricamente pura, y sientes que tus endorfinas se liberan
con el tacto del elegido, por eso también eres como el bruto libre que goza
cuando quiere, cuando le provoca, o lo provocan. Creo que allí diferimos: tú
crees que eres Eros y piensas que yo soy
Thanatos. Qué tú vas hacia la vida y yo
apresuro a la muerte
Sutilmente me dices: “te invito a que podamos
seguir compartiendo, nunca dejar lo virtual sin sustituir tus besos, tus
caricias, tu olor por una tecla. “Poesía en el más puro sentido lorquiano.
Error, también en el más puro sentido lorquiano. ¿Quién te dijo que es posible
tal sustitución? O que me la he planteado. Son inescindibles. Simplemente que
nuestras necesidades integralmente vistas son como tus labios y los míos, uno,
cuando se besan, pero puntualmente vistas, son asíncronas como tus labios y los
míos cuando estamos dormidos.
Los tempos tuyos son diferentes, y en eso mi
amor los dos somos distintos tipos de escritores muy tozudos: tú eres fuente de inspiración escribiendo y sin hacerlo y yo soy
de la poesía secreta.
Juan David Porras Santana
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