4 abr 2014

DE ESCRITOR A ESCRITORA



                                             



Hasta hace poco me preguntaba: ¿quién hace poesía, la musa o el poeta? Hoy corroboro, una vez más con tu escrito  que la verdadera escritora eres tú.

En un maravilloso ensayo sobre Poesía, imaginación y realidad, García Lorca discurre sobre la idea de que nada puede ser imaginable, si no existe en la realidad. Trae un ejemplo muy esclarecedor. Durante siglos- sobre todo los del dominio mágico religioso- se pensaba que las grandes cavernas de la tierra eran la obra de gigantes, que habían horadado la piedra hasta crear esos monumentos de la naturaleza, en muchos casos de kilómetros de profundidad. La ciencia moderna se encargó de demoler el mito, y de manera rigurosamente científica y hermosamente poética, nos explicaron que su creador era una simple gota de agua pertinaz que sobre la roca caliza esculpió lentamente- millones de años- las entrañas de la tierra. Y nos preguntamos: ¿Qué es más poético la obres gigantes o la insistente  gota de agua? Obviamente la explicación científica se hace poesía.

Seguramente resistida por tu necesidad de tangibilidad de la realidad-  la vida, y la poesía no es distinta a ella, sólo pueden entrar al espíritu por los sentidos-le das preeminencia a la sangre, al sudor y  a las lágrimas (Churchill y la 2° guerra mundial), pero tu alma no deja lugar a dudas, estás hecha de eso y también de notas, verbo y sueños.
Eres quiméricamente pura, y  sientes que tus endorfinas se liberan con el tacto del elegido, por eso también eres como el bruto libre que goza cuando quiere, cuando le provoca, o lo provocan. Creo que allí diferimos: tú crees que eres Eros y  piensas que yo soy Thanatos.  Qué tú vas hacia la vida y yo apresuro a la muerte

Sutilmente me dices: “te invito a que podamos seguir compartiendo, nunca dejar lo virtual sin sustituir tus besos, tus caricias, tu olor por una tecla. “Poesía en el más puro sentido lorquiano. Error, también en el más puro sentido lorquiano. ¿Quién te dijo que es posible tal sustitución? O que me la he planteado. Son inescindibles. Simplemente que nuestras necesidades integralmente vistas son como tus labios y los míos, uno, cuando se besan, pero puntualmente vistas, son asíncronas como tus labios y los míos cuando estamos dormidos.
Los tempos tuyos son diferentes, y en eso mi amor los dos somos distintos tipos de escritores muy tozudos: tú eres fuente de inspiración escribiendo y sin hacerlo  y yo soy de la poesía secreta.

Juan David Porras Santana         


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