A veces, sin que nuestras palabras expresamente
se lo pidan , gira la tierra
El Añalejo
La maravilla es que nada está escrito
todo para ti y para mi comienza
ahora que yo escribo y tú lees estos versos
porque cada lector hace rebrotar al autor
Gira desde siempre la tierra
Y cuando tomas conciencia, gira para ti
¿Será entonces mejor vivir la plena conciencia?
¿O por el contrario sumirnos en el inconsciente?
De cuánto valor he requerido para estar despierto
toda mi vida , sin ceder ni un minuto a cualquier ideal
¿De qué me habré perdido en el mundo subconsciente?
He descendido, alerta, al rojo vivo dónde arden
inconsolables las almas de los perdidos
He tomado de Dios su mano y me ha llevado
Al sitio dónde los arcángeles preparan el Juicio final
Pero nunca he estado mujer a tu lado sin más razón
de que me brindes el sosiego que mi espíritu combativo
necesita para seguir amándote desde el misterio
Me exiges corresponsabilidad en un mundo concreto
Cuando sabes que mi amor por ti pasa de lo etéreo
a la cruda vorágine de devorarnos en cuerpo y alma.
Me pides pervertir con cotidianidad
el mañana que leerás en mis versos
que purificaran nuestros pensamientos.
Cuanto crecemos
al dejar nuestras vidas en nuestras manos
Atrás quedan las vetustas pieles
y lucios andan enhiestos nuestros seres.
Yo escribiré para que tú ardas libérrima
Tú me guarecerás de la cruel intemperie
que la domesticidad de tiempo me acecha
Juan David Porras Santana
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