LA POESÍA DEL INCONSCIENTE
Yo
sigo siendo tan inocente que,
me
sigue alumbrando la bendita esperanza
de
que un día, los poetas gobernarán el mundo.
Mayte
GGlezz
Al
llegar al café sabía que Mayte hoy se despediría de mí.
Hola
poeta, su abrazo
fue tan fuerte y cálido que confirmaba mis sospechas.
Sé
que te preguntarás para que te cité a este sitio tan íntimo para mí que
como sabes en él, vengo a relajarme y a dejarme llevar por mi extraña
transportación a los mundos de más allá.
Si
Mayte me llamó la atención pero lo tomo como una deferencia hacia mi persona,
el querer compartir el tema de tu lado oscuro del corazón aquí, en la intimidad
que representa el lugar para ti.
Poeta,
sabes que me une a ti, no pongas esa cara de emoción picará ¿Qué Mayte? La
poesía. Para serte sincera no sé si eres un poeta mediocre o bueno, surgido de
su propia incertidumbre pero en mí calas y eso es lo único que me interesa, tus
voces en mi lado oscuro tienen eco. ¿En tu lado oscuro Mayte?, no te
asombres, si estás pensando en sexo, nada que ver.
Mi
oscuridad aparece cuando trato de alcanzar un fin y ni mi entendimiento, ni mi
sensibilidad pueden llevar su luz. No imaginas mi caro amigo, cuánto sufro.
De
repente llega tu palabra y como si supieras a priori sobre el asunto, me
revelas caminos espinosos pero certeros para llegar a lo ininteligible y
aquel paisaje umbrío se enciende como la canícula en el trópico y los fantasmas
huyen despavoridos y las figuras auténticas se hacen patentes. En ese
momento y sólo en ese momento me haces tuya.
Me
imagino que es lo mismo que siente el ciego cuando alguien lo ayuda a cruzar la
avenida congestionada: gratitud.
Déjame
advertirte, no es que te considere un iluminado, ni un sabio, por el contrario
eres complejo, barroco, disperso y hasta ajeno con respecto a los
tercero. Pero tu inconsciente habla y de que manera, como si no tuvieses ni
consciencia, ni un YO
Mayte,
impresa en mi memoria está un camino de arcilla roja de un pequeño cerro que
había frente a mi casa, tendría 7 años de edad, viéndolo detenidamente frente
al azul del cielo que servía de telón de fondo, descubrí que mi mundo estaría
constituido de imágenes que aun cuando entraban obviamente por lo sentidos
pasarían directamente a la sentina del inconsciente, sin decantarse por
el filtro de la consciencia y mucho menos como un acto intelectivo. Ese soy yo.
A
lo largo de mi vida he presumido de muchas cosas que no me pertenecen y de las
cuales hoy junto a ti me quiero desprender de ellas y una de la cual estoy
seguro que no es mía , ni será para mí, eres tú .
Ambos
lo sabemos pero nos resistimos por un imperioso estado de hipnotismo y
fascinación que ni siquiera pertenece a tu mundo del más allá y mucho menos a
este poeta del inconsciente que inconducentemente lo que hará es reafirmar un
imaginario estado de necesidad.
Con
lágrimas en los ojos me incorporé, un simple apretón de manos fue suficiente
para el adiós. Voltee mientras caminaba hacia el taxi y Mayte, era una
con su circunstancia y el resplandor descendente del
último sol.
Juan
David Porras Santana
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