Habíamos quedado ayer en el segundo
escrito sobre Verdad y Realidad, en el paso fundamental que
implicaba el conocerse a sí mismo. Recogido en la hermosa frase socrática nosce te ipsum , conócete a ti mismo
Inscrita en la puerta
del templo de Apolo en la isla de Delfos se halla el pensamiento integro de esta poderosa
invitación a un viaje dentro y hacia nosotros mismos:
Te advierto, quien quiera
que fueres,
¡Oh! tú que deseas sondear
los arcanos de la naturaleza,
que si no hallas dentro de
ti mismo aquello que buscas,
tampoco podrás hallarlo
fuera.
Si tú ignoras las
excelencias de tu propia casa,
¿cómo pretendes encontrar
otras excelencias?
En ti se halla oculto el
tesoro de los tesoros.
¡Oh! hombre, conócete a ti
mismo y
conocerás al Universo y a
los Dioses".
Es
indispensable para entender el sentido y los alcances del Nosce te ipsum
, es decir, de la clásica divisa “conócete a ti mismo”, recordar primero que
para la mente helénica la filosofía, vale decir, el amor a la sabiduría, es más
la aspiración a ésta, que el conocimiento en sí mismo, el cual se halla
enigmáticamente oculto en las zonas profundas de nuestro propio ser. Lo decía
ya Platón: “Todo lo que el hombre aprende está ya en él”, y lo reiteraba de un
modo aún más elocuente su pupilo Aristóteles: “El alma es, de alguna manera,
todas las cosas”. Pero no es fácil comprender y apresar la trascendental
enseñanza griega, pues con evidencia ha
sido desvirtuada y rechazada cíclicamente a lo largo de la historia.
Goethe decía: “... El hombre es un ente oscuro. No
sabe de dónde viene, ni a dónde va, es muy poco lo que conoce del mundo y menos
aun lo que conoce de sí mismo....”.
Nuestro gran ensayista Juan Nuño
–dentro de la misma visión pesimista- veía con horror el conocerse a sí mismo.
Con la habitual ironía que lo caracterizaba, decía ácidamente, devolviéndose
contra su propio ser: “cada vez que
emprendo esa búsqueda no me gusta lo que encuentro”.
Así
que “construirnos” como dice mi amiga cubana partiendo del conocimiento de
nosotros mismo parece una tarea ímproba y de difícil acometimiento. No obstante
si haber vamos es lo único con lo que contamos. Como lo aclara maravillosamente
uno de los siete sabios de Grecia: Bias
Amenazados por el ejército de Ciro,
los ciudadanos de la región en que habitaba el sabio Bias, huían despavoridos
cargados con todas sus riquezas.
Increpado por la multitud, que le preguntaba por qué caminaba tranquilo,
portando tan solo la túnica que lo cubría, Bias les respondió: OMNIA MECUM PORTO: todo lo que tengo
lo llevo conmigo.
Ciertamente si no desnudarán y despojaran
de todas nuestras pertenencias – que dicho de paso parece que así será- lo
único con que contaremos es con lo que somos y lo que aprendimos, más nada.
Comencé ese incomodo viaje hace unos
diez años. Lo primero con que me topé fue mierda. Toneladas de excremento que
crecían a velocidad exponencial en la medida en que actuaba. ¿Saben de dónde provenía? De mi
inconsciente con razón mis padres me gritaban siempre eres un inconsciente de mierda.
Es común en las sociedades más
desarrolladas tener un psicoanalista como médico de cabecera. Ya que el
paciente le cuesta hurgar motu proprio
en su psique y llegar al “supuesto origen de sus males” el denostado y vilipendiado
inconsciente.
Pero si es mierda lo que voy a
encontrar en ese depósito para que tanto esfuerzo, parecieran cosas de un coprófago,
o como decimos aquí y en cuba de manera más sabrosa: un come mierda.
Me decía a mis adentros y si en vez de
entrar por la sentina lo hago por la claraboya principal, en este caso por el
consciente – recuerdan el dibujo del iceberg del Dr. Muci- Mendoza , el picacho
que se derrite y sobre sale en el mar, que apenas es una mínima porción de lo que sumergido guarda los secretos y
claves para la solución de nuestros males y no es sino , mierda . Eureka
Con eso me puedo enfrentar cara a
cara soy yo visto desde afuera y qué queda afuera además de mí, la
circunstancias, las cuales también debo tomar en cuenta para encontrar el grado
de tensión o no entre todas estas fuerzas .
Allí comencé la prospección. Lo
primero que encontré fue una gran inseguridad por no tener culminados grandes y
pequeños proyectos- razones de vida - Era
un empresario pero mi título de geógrafo había quedado en el año 82 , sin
concluir una materia terriblemente difícil , Climatología II – mucha gente
nunca se graduó o graduaría por esa asignatura . Tomé el toro por los cachos ,
debía reinscribirme de 48 años en la Universidad Central de Venezuela ,compartiendo
con carajitos de 21 años.Estudiar matemáticas , I , II , III , estadísticas I y
II meteorología I y II y además
Climatología I , me encerré en una cabaña en los andes a estudiar día y noche ,
presenté todos los trabajos habidos y por haber ,tenía frente a mí a una
profesora que había sido la mejor estudiante de la facultad , compañera de
clases otrora, la Dra. Eva Colotti, exigente pero justa y lo logré, la mayor
nota fue 12 puntos sobre 20 y la obtuve yo. No imaginan el cambio que eso
produjo en mí – todavía hoy cuando se los relato me emociono - .
Luego vino la tesis de grado, escogí
a la Dra. Colotti y al geógrafo Andrés Eloy Blanco justamente de la unidad
cientificista de la facultad para una
tesis economicista y de recursos humanos, obtuve la mención sobresaliente. Jamás
en mi historial de estudiante pase de la más absoluta mediocridad. Posteriormente
realice maestría en MBA , PAG en el
Instituto de Estudios de Administración IESA , era submarinista de gran
experiencia sin licencia , la obtuve , navegaba sin ser patrón de barcos , y
muchos tantos otros cabos suelto por fin
los até
Empecé a mejorar pero no era
suficiente y de eso Dios mediante hablaremos
en el último paper de Verdad y Realidad que espero publicar
mañana: Amor propio y Amor amor
Juan David Porras Santana
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