Carolina había nacido con una
penetrante cabeza para los asuntos humanísticos.
En clases de filosofía de 4° año
de bachillerato en humanidades, le preguntó al profesor de la cátedra Don Hermenegildo Traba ¿cuál era la diferencia entre ella y un
animal? Sin que mediase dudas, éste le
respondió tajantemente: la racionalidad bachiller, y acotó, el hombre es animal
racional y cartesianamente espetó un latinazo para darle mayor fuerza dramática
a su aseveración: cogito ergo sum ¡qué es eso! gritaron al unísonos despavoridos los estudiante, a lo que el
profesor traduciendo, respondió: pienso luego existo.
Todos quedaron asombrados por lo
que pareciendo de sentido común, nunca se habían detenido a pensarlo. Carolina
en cambio sintió que la interrogante había sido respondida parcialmente y
balbuceante se atrevió a decir: Profesor, pero además de pensar, yo siento y algo más importante, yo tengo un
espíritu y es el centro de mí ser. El profesor algo molesto le recordó que ese
concepto de origen griego y desarrollado desde el punto de vista que ella lo
trajo a colación era del filósofo alemán
Scheler el de “espíritu” había sido superado por la ciencia al
entenderse que sentir y trascender eran funciones cerebrales y que todo tenía
un mismo origen, la mente. Carolina por favor le agradezco que no nos desvíe
del pensum de estudios, con sus especulaciones y desconocimientos de la
biología moderna, sentenció.
Graduada suma cum laude de Filosofa 6 años más tarde, Carolina se topó con
un envejecido profesor Hermenegildo Traba, quién la reconoció al instante, mi
recordada Carolina me acabo de enterar de que fuiste la alumna con mejor
calificación de todas las carreras de la Universidad además te confieso que me
siento orgulloso y en alguna medida artífice de que seas filósofo como yo. Carolina
con una mezcla de compasión y sarcasmo, le dijo: sí profesor en el fondo se lo
debo a usted, y le recordó aquel día dónde le formulo su gran duda existencial ¿cuál era la diferencia entre un animal y ella?, en
la que sentí que no me supo del todo
responder, así que apenas concluí el 5° año me inscribí en filosofía segura de
que después de 5años de estudios adicionales, mi inquietud iba a ser
satisfecha.
Para mi asombro y me imagino que el suyo, no
fue así, al punto que a la mitad de la carrera estuve a punto de estudiar el
bachillerato en ciencias para poder optar por la carrera de medicina, ya fuese
en la especialidad de psiquiatría o de neurología, porque todas las respuesta
según mi propios profesores estaban en la ciencia y que los estudios de
filosofía estaban periclitados o en el mejor de los casos se limitaban a los
textos de autoayuda, al punto que Platón era un guevón a vela - perdóneme el
termino- al lado de Paolo Coelho .
El profesor con cara ahora de pesadumbre le
reconoció el cambio radical que había dado el mundo, al punto que esa era la
razón por la cual daba clases en
bachillerato para poder junto a las carreritas que hacía como taxista,
redondearse unos ingresos para pagar las cuentas.
Por su parte Carolina había
recibido de su padre, el multimillonario Don Edgardo Urquiola, como obsequió
por la finalización de sus estudios universitario con honores. Un viaje para
donde ella quisiera.
Sin pensarlo dos veces ya tenía el destino: El
Tíbet, a un aparatado templo Taoísta, en la búsqueda de la ansiada respuesta
a ¿sí existía el espíritu o no? O solo somos unos seres cogitantes que además
estamos obsesionados en extirpar los
sentimientos y el espíritu para que no interfieran en nuestras decisiones
materiales y hedonistas
.
Una vez arribada a Lhasa capital
del Tíbet en tren desde Pekín, el guía Laipu la contacto para llevarla a
Taktang o el Nido del Tigre, un antiguo monasterio ubicado en un acantilado
a más de 3.120 metros sobre el nivel del mar.
Llegaron después de 26 horas de
caminata. Extenuada Carolina, espero
recostada en un bambusal, durante más de 6 horas, hasta que un monje de
apariencia cándida le invito a pasar a un pequeño aposento donde lo que había
era una estera y una mesita con un
servicio de té. El monje tomo la palabra:
según pude interpretar en tu solicitud de enseñanza quieres saber, si el
espíritu existe, lo más seguro con la intención de dirigir tu búsqueda hacia la
existencia de Dios, me equivoco, Carolina asintió con la cabeza, a lo cual el
monje agregó aquí solo estas tú y la naturaleza, dentro de un orden que no lo
puedes asir, es un flujo permanente en el universo y lo llamamos Tao , dónde
solo existe el cambio del ser al no ser y debes aceptarlo en su constitución
que son el ying y el yang confluyendo en el
eterno circulo. Y como colofón le recitó
La aceptación lleva al Mundo;
Todas las cosas comienzan con virtud y terminan con contención,
Pero es la aceptación la que lleva a la armonía.
Como otros enseñaron, yo enseño:
"Aquello sin armonía termina con violencia";
Esta es mi enseñanza.
Venciendo lo Imposible
Lo blando vence a lo duro;
Lo que carece de forma penetra lo impenetrable;
Hay valor en no actuar.
Enseñando sin palabras,
Trabajando sin acción,
Es algo que pocos pueden comprender.
Y en efecto Carolina nada comprendió
y se recordó a la serie Kung Fu que veía de niña, y se dijo así misma que fu,
voy a terminar como David Carradine, el actor que hacía de Kwai Chang Caine en la
serie , ahorcándome por intentar masturbarse y
ahogarse a un mismo tiempo en el closet
de un hotel de mala muerte.
Doce horas después estaba en el aeropuerto
de Pekín rumbo a Europa y de allí su amada Caracas-Venezuela
La fue a buscar al aeropuerto de
Maiquetía, Estoica, el chofer de origen
Ruso que le manejaba y servía de guardaespaldas al padre. Sin cortapisas le dijo, llévame a la Castañuela que me quiero
tomar unos whisky y comerme un pulpo a la gallega. Como siempre la recibió
Pancho con el acostumbrado: Cómo está mi bella dama , Carolina le contestó muy
bien Panchito y tú , éste le contestó : mejor sería un abuso . Sin preguntar le
sirvió un Black Label en las rocas y mandó a marchar un pulpo a la gallega.
A su lado se sentó un hombre alto de aspecto judeo-palestino- valga lo
paradójico- que estaba tomando un Old Parr en copa, se presentó: mucho gusto,
Juan David, ella extendió su mano y casi inaudible dijo mucho gusto Carolina .
Juan David había estaba viviendo
una crisis existencial que lo había llevado del ateísmo Nietzscheniano a una total entrega a la ciencia
como solución a todos los males hasta que ese día por fin la logoterapia había llegado a su rescate
Ella comenzó el diálogo: No me joda que vida más puta, yo lo único que
quiero saber, es si Dios existe, discúlpame pero me ha pasado de todo, lo que
me falta es que tú me recites la Torá
porque cara de judío tienes, sonriéndome le conteste yo no soy judío estoy
“jodido”, soltó una carcajada y me ripostó: somos dos.
La conversación inmediatamente tomo el tema por los cachos, Juan David, ¿existe el
espíritu?, respiré hondo y le conté lo
que en mi estaba aconteciendo y que había conocido a una logo terapeuta en
México que sin querer, queriendo me
hablaba del espíritu, consciente de que yo no compartía su total creencia.
Asombrosamente mi padre que si era filosofo Juan F. Porras Rengel ,
ninguno como él , un día llegó molesto de una actividad social y me contó que
rodeado de médicos y psiquiatras , éstos le habían dicho que la metafísica y
las pruebas de la existencia de Dios , estaban archipericlitadas que ya se
había demostrado científicamente que el cerebro lo era todo . Juan David, no
quise discutirles como me decía García Bacca- su maestro- hombre Porras son mosquitos.
Y yo en el fondo pensaba mientras lo escuchaba que lo paradójico era que yo- un ignaro- sin los conocimientos de los científicos y filósofos,
había llegado a la misma conclusión de ellos. El espíritu es una invención más
de la fe para justificar la no demostración de la existencia de Dios.
Me di cuenta que Carolina estaba toda confundida por la perorata que le
había lanzado sin anestesia y sin continuidad lógica. Pongamos orden en la pea, le dije, traje a la amiga mexicana a colación, porque tuvo a
bien regalarme hace dos años un libro que se titula, Afinar la Conciencia de
Daniele Bruzzone, una especie de
replanteamiento de la educación a partir de la logoterapia. Y no me lo vas a
creer tu vienes de Buthán del Tíbet, y yo, hoy
en el retrete- tengo mi biblioteca en el baño por eso digo que tengo una
cultura de letrina - encontré el
capítulo que me respondió tu pregunta que es la misma mía. Permíteme tratar de comunicarte el hallazgo que mágicamente se me reveló con apena tres
páginas de lectura.
Desprendámonos aquí y ahora del YO, que como bien decía Freud, no es el
dueño de la casa y comenzamos nuestro viaje, ambos no aceptamos el imperio de
algo que quiere imponérsenos incondicionalmente sea de nuestro fuero interno o externo,
durante mucho tiempo te le has opuesto a la explicación simplista o
generalizada de que la ciencia, la naturaleza, la evolución explica la no
existencia del espíritu.
Podemos coincidir en que es una tendencia muy humana
en que te hipnotice por decirlo de alguna manera la especialidad. El físico
quiero explicar todo a través del universo, el biólogo a través de la evolución……
quedando atrapados en su submundo que niega todo lo demás. Y la pregunta que
surge de inmediato es: ¿existe alguien
de algo externo a sí mismo?.
Y ese sí mismo además tiene un carácter personal
que manifiesta la preferencia de una persona por determinados valores o de su
rechazo a ellos. De aquí que Frankl establece que la mera ciencia crea meros
hombres que son como los objetos de la ciencia, uno más, y no responden a
preguntas como las tuyas Carolina, existe el espíritu, Dios existe ,
deshumanizando al sujeto humano.
Son las famosas razones del corazón, lo que nos hace si queremos
expresarlo de una manera originaria seres religiosos a priori sin
condicionamiento de cultos o de intencionalidad y asombrosamente esta fe puede
permanecer inconsciente sin ningún tipo de confesión o adherencia religiosa ,
como creo que es el caso de ambos. Es lo que determina la logoterapia como la
auto trascendencia, situando el sentido último del hombre fuera del hombre
mismo y se encuentra en Dios , es más, es Dios mismo.
Este autor cita una frase
de Vergote* – no te confundas Carolina no soy yo, por aquello de yo tengo un
pipí grandísimo y me lo quieren cortar no es un ente metafísico como el que le
cuelga o colgaba a papá- , la risa inundó el local y de pronto cuando espete la
frase de Vergote , las lágrimas corrían por sus rojas mejillas – “lo sobrenatural se abre sólo a quien sabe
descifrar los signos que lo sobrenatural inscribe en el humano "
Juan David Porras Santana
*Verga en Venezuela es un sinónimo vulgar de pene .
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