Nuestras convicciones más arraigadas, más indubitables,
son las más sospechosas. Ellas constituyen nuestro límite,
nuestros confines, nuestra prisión.
José Ortega y Gasset
Despójate de tu tan humilde ego,
el teje habilidosamente su red
Desafía a las aguas sucias de tu sentina
en ella hallarás como resplandece en tu mano
la verdad diamantina enterrada celosamente
Son los miasmas que por miedo te corrompen
eran cristalinas y tus sospechas las hicieron turbias
Quién sabe cuánto de ti se perdió por incontinencia
Persisten los valores y el mundo ideal
Preexiste tu voluntad constructiva antes de nacer
Sin ellas serías la mierda que crees ser
Muévete cobarde arrellanado en el flojo sillón
Que tu brújula sea el espíritu que fecundó a María
El que levantó de su cama al hidalgo Quijote
Al Cutty Sark ganándole al sol en la ruta del té
No es pecado, simple necedad, perderte en el pantano
Bañarte con una lata de mierda todos los días, vanidoso
Son las maravillas de la individualidad, su majestad
Todo vale, en este tu mundo, infierno, cielo, vaciedad.
Juan David Porras Santana
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