Ajenos a los grandes cambios
Somos nulos para los detalles
Insisto tanto en el pie femenino
y todavía se pierden entre juanetes
dedos largos y asimetrías
Pierden la invasión
del Gengis Kan del todo
Y la escrupulosidad
del detalle del obcecado Leonardo
El poeta si es auténtico
siempre será el mismo
Sólo cambian sus estados
como lo hace el clima
Quisiera llamar a esto
Presuntuosamente, el poeta entidad
Por un momento
imagínense la célula generadora
y en sus complejos procesos
la gestación de la palabra
el acto más intelectivo e intuitivo
se abre paso entre la entelequia vacía
para transfundir sangre nueva al instinto
sin el estaría perdido porque dejaría de ser
y un poeta puede renunciar al yo
pero sin la sonda
inequívoca de sus sentidos
es una rosa maldita que nace muerta
Parir es el verbo
más cercano a poetizar
Los que me leen o paladean
saben que mi mente es esquizofrénica
Así que cada pedazo
de ti en cuerpo y alma
Debo mediante
el más doloroso sufrimiento
desposarlas sin cometer
el horror de Victor Frankenstein
de hacerlo como un acto de mecánica
Sino como si esculpiera desde la nada
Provistos por la asimilación total de tu ser
Y para que puedas y puedan reconocerte
Debo hacer énfasis en los detalles
Es allí donde se hace más dúctil mi arcilla
Porque he escanciado
la última gota de oro de tu naufragio
en tu ser en sí sagrado
Porque más allá de tu conciencia
hay un plano dónde tú y yo
no estamos , nos extasiamos
Juan David Porras Santana
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