30 oct 2014

UNA ROSA ENTRE DOS ABISMOS


                      

 Te he referido en alguna ocasión que el problema más difícil que tenemos los humanos es deslastrarnos de nosotros mismos, creo recordar  que te mencioné al respecto la hermosa frase  que pronunciara Miguel Ángel en un acto de desesperación porque no lograba terminar una de sus maravillosas esculturas: “Señor, líbrame de mi mismo  para poder complacerte”.
 Igual sucede con el amor: tanto más amor se tiene y se entrega, mayor es la reconcentración del “YO” y más difícil librarse de uno mismo para entregar lo mejor al otro, al ser amado. De manera tal  que lejos de propiciar el acercamiento, nos distancia porque se produce una ruptura entre las identidades de los seres en cuestión. El “YO” es tan poderoso que inventa al objeto amado, el cual nunca coincide con el verdadero. Veámoslo con mayor claridad: Yoli se inventa un Juan David  y éste hace lo propio, inventándose una Yoli; así que cuando Juan David entre en acción, Yoli no lo reconoce, inclusive comienza una pugna: ¡pero este no es el hombre del que yo me enamoré!, y en efecto el que tienes en mente te lo imaginaste, el de carne y hueso nunca lo conociste, fue sustituido por tu ideal, de la misma forma le ocurre a Juan David. Están parados el uno frente al otro y los separan dos abismos. Lo que hace que el amor sea un imposible.
  Por ello he querido tender un puente para cruzar los dos infranqueables abismos, única forma de expresar solitariamente el reconocimiento del otro, como si fuese un faro que no conduce a puerto pero le trasmite al otro la extraña emoción de saber que existe, no sólo desde sí mismo, sino también desde la perspectiva del otro que lo mira desde la otra orilla; ese puente son estas rosas que incandescentes en su secreto arden en lo insurrecto de nuestros ajenos instantes.
Juan David  Porras Santana   



29 oct 2014

LUCIÉRNAGAS




En Cabo Negro, la mar siente la hendija ciega
del poderoso granito  y la luz oscilante de su faro

Navego en la oscuridad de sus aguas procelosas
Inquieto  de que ni vasta experiencia me haga fallar

La proa hiende la gruesa mar
La estela la aplaca para que parezca un lago

La luminiscencia muestra  la vida oculta de la mar
Invita  a penetrar hondo, como lo hace la mujer

El gigantesco tiburón ballena se traga la luminiscencia
para sobrevivir con tanta clase y dignidad, me siento impuro

A estribor el Cabo Negro me deja pasar
Me hace sentir como Jasón volviendo a casa

Amada te diviso en la playa esperándome
de pronto sé porque amo a esta mar

Juan David Porras Santana


25 oct 2014

NO DESEAR ES PECAR




Siempre estaba en otoño
Fijó su residencia en el pasado
La hojarasca crujía cada vez menos
Sinsabor insistía en buscar el del olvido
Tentar al pasado es morir sin primavera
Es condenarse
a una gran mentira, los recuerdos
Ellos van creciendo dentro de ti
como una hiedra maligna
te hacen creer  que eres el veinteañero
invicto en tantos lances
Los que te vemos,
no sabemos si eres tú
o un retorcido avaro viejo
relicto , daguerrotipo , documento amarillo

¿Tanto es tu miedo? , un paso al frente
Qué deshonor echado en la hamaca
Desgastando y recreando momentos idos
Un paso al frente cabrón
Lo ya vivido, está consumido

Es como tratar de hacer fuego con hielo
No surgirá el Ave Fénix de las cenizas
¿Sabes por qué es infinita?
Se negó a probar la fruta prohibida
¿Tú quieres ser inmortal?
No morir probándote a cada instante
¿No desear?
Y repetirte en un círculo vicioso
Una y n veces, sin cambios, ni sorpresas

El acierto del hombre y su mujer fue desear
Si no seríamos una naturaleza muerta
pintada en algún lugar de la bóveda celeste
Quiero pensar que el infinito
Está en mi ilimitada insatisfacción
Que me lleva a inventar, crear, soñar, pecar
Abstenerme no es sino una opción más
Porque a diferencia del universo, siento
pienso y soy obra de un Dios que confía
en que lo liberaremos de su infalibilidad
Errar, probar, acertar, pecar es el camino
Que no conduce a ningún destino
Bendito seas humano, distraído y perdido

Juan David Porras Santana


 
 



22 oct 2014

¿QUÉ ES UNA GRAN MUJER?



                                        

Algunos pensamos  que vivimos una época donde la soledad reina en los corazones,  otros,  todo  lo contrario, supuestamente al estar globalizados estamos unidos por los medios masivos de comunicación: e-mail, telefonía celular, mensajería de textos e imágenes. En fin todo un arsenal que debería facilitar la comunicación- como en efecto lo hace- pero es que el problema no radica en el medio, sino en el contenido. Mucho ruido y pocas nueces.

No has sentido acaso que te rodea la alegría pero realmente tu corazón no está alegre; no has experimentado después de hacer el amor un gran vacío; que quien te acompaña persigue el vellocino de oro, lo que a ti muy poco te importa.

Recuerdo haber leído una entrevista que se le hizo hace mucho tiempo a Sharon Stone, donde esta relataba su experiencia cuando se casó por primera vez con un jugador de fútbol americano y se fueron de luna de miel a Sicilia- Italia. Relataba: “luego de llegar a Roma tomamos el tren hacia el sur, un largo y hermoso viaje, trate en varias ocasiones de compartir con él impresiones sobre el bellísimo paisaje y su respuesta era: que trayecto tan largo y fastidioso. Una vez en Messina tomamos el ferry hacia Palermo llegando en pleno amanecer, estábamos cansados pero me sentía enamorada y llena de entusiasmo, me acerque a la orilla del mar y lo llame: amor ven a ver este pez que se trasluce en las aguas cristalinas, y pensar que  no sabe que estaba amaneciendo para él. Fúrico mi otrora esposo me contestó: si te vas a poner poética me lo dices, porque estoy agotado. Tome el ferry de vuelta inmediatamente, más nunca quise saber nada de él”.

El alma femenina es un extraño instrumento de infinitos registros pero todos conducen hacia un mismo fin: el amor.
Amor es, mirar hacia adentro tan adentro del otro que  logres ver las raíces de lo que te muestra, sino las tiene, estás en presencia de lo vano de lo efímero, con lo cual no podrás construir nada. Y el amor es lo contrario a la nada.

Cuando estás enamorado entiendes a la vida, todo parece tener sentido. Tu mente se abre y todo lo recibes con una gran fuerza, como  realmente es, porque a diferencia de lo que muchas veces creemos, la vida es un torrente de sorpresas inagotables que requieren para apreciarlas, el tono de un corazón enamorado, así sea enamorado  de la vida misma   

La gran mujer no es perfecta, es simplemente y elementalmente  mujer, que nos muestra a los torpes hombres como se siente la vida, tal como lo dijo Pablo Neruda:

                                              Mujer, nada me has dado y, sin embargo
                                                            A través de tu ser siento las cosas,
                                                                         Estoy alegre de mirar la tierra
                                                                         En que tu corazón tiembla y reposa.

Juan David Porras Santana
                                             

20 oct 2014

LA TENTACIÓN DE TU DERRIÉRE





Los mulos carnosos anunciaban su redondez
La patada mortal de la cebra mató al león
Grupa irresistible para hacer de la vida vicio

Montar, nuestra primigenia forma coital
Y que sigue gustando tanto a las mujeres
La comodidad conformista del misionero
Ellas avanzan en su laberinto de placeres
Nosotros eyaculadores precoces
debemos esparcir nuestra barata esperma
Por todos los rincones del planeta
Mientras los costosos óvulos son sagradas células
Tratar el sexo con frivolidad
es nuestro mayor pecado

Despertemos de esa pesadilla de opio
Despertemos nuestros aletargados sentidos
El sexo es  la Rosa de Paracelso  desde sus cenizas
Se reconstituye con tu mente y la de ella

Pídele que se recueste boca abajo
Y guía tu mirada desde la planta de los pies
subiendo por las corvas y los muslos
detente , allí tu mente entra en la primera
curva que el Señor con empeño te insertó
¡Oh primitivo homínido!
 Aquí se quebrara tu voluntad
Se hará viscoso tu pensamiento
Turbios tu sentimientos
Porque de ese promontorio
Se amalgamarán todos tus oscuros deseos
Que no son más que  traspasar el umbral
De lo prohibido de la posesa
Que te hace su dueño y abre de par en par
las puertas  del santuario de Afrodita

Juan David Porras Santana

18 oct 2014

OMNIA MECUM PORTO




                                                                                           


Amenazados por el ejército de Ciro, los ciudadanos de la región en que habitaba el sabio Bias, huían despavoridos cargados con todas sus riquezas.  Increpado por la multitud, que le preguntaba por qué caminaba tranquilo, portando tan solo la túnica que lo cubría, Bias les respondió:   OMNIA MECUM PORTO: todo lo que tengo lo llevo conmigo.

Esta divisa hasta no hace mucho tiempo, me había servido para tantas cosas: desde presentaciones en foros, donde no funcionó   el proyector de video, y tuve que exponer sin el apoyo audiovisual, hasta cuando viajaba solo y mi mejor compañía era yo mismo.

Hoy mi soledad es  aparente, ya no se estar conmigo mismo; mi dialéctica interior es cada vez más pobre y temerosa, dependo más de lo que estoy dispuesto a reconocer del alter ego, por eso me convertí en Frankenstein: El mendigo agresivo del amor.

Mis formas de agresividad, distintas a las del humano personaje de Mary Shelley, son tan sutiles que me deberían llamar el canciller de  San Valentín o el Cristo de la Bastille: quiero al prójimo como me quiero a mi mismo, tanto que  los quiero a mi imagen y semejanza.

  A diferencia de éste Frankenstein -yo-,  el otro que es  rechazado de manera real y no imaginaria- ambas con el mismo efecto-, una y otra vez, respondía con asesinatos, furia e ira, y con la valentía que manifiesta al final de sus días,  cuando le confiesa al capitán del barco que lo persiguió hasta la muerte de su creador: "No tema usted, no cometeré más crímenes. Mi tarea ha terminado. Ni su vida ni la de ningún otro ser humano son necesarias ya para que se cumpla lo que debe cumplirse. Bastará con una sola existencia: la mía. Y no tardaré en efectuar esta inmolación. Dejaré su navío, tomaré el trineo que me ha conducido hasta aquí y me dirigiré al más alejado y septentrional lugar del hemisferio; allí recogeré todo cuanto pueda arder para construir una pira en la que pueda consumirse mi mísero cuerpo."  

Mis crímenes son más atroces porque no arrebatan lo que no me pertenece, sino lo que me ha sido dado como mi única pertenencia: mi vida; la cual menosprecio, la vendo como una ramera de Sodoma y Gomorra, ¡que digo!,  que ofensa para esas mujeres, ni siquiera lo hago por goce, sino a cambio de aceptación, y a diferencia del genuino “monstruo”, tomo conciencia de mis crímenes, pero no para arder en una pira, simplemente para jugar  al abismo infinito.

¿Encontrarás en estas palabras una respuesta a la inquietud que te acompaña cuando vas a dormir?.
Si mi amada, soy un perseguidor de mi sombra y un cultor de mis fantasmas. A mi lado te sentirías, como definió -creo que fue Liszt -al adagio de la sonata Claro de Luna de Beethoven: una rosa entre dos abismos.

                                                                                              
                                                                                                  Juan David Porras Santana
 




17 oct 2014

LA MEDIA LUNA




                                                                     

         A mis queridas amigas que creen que soy un Don Juan


En una clasificación tentativa de los diferentes status del hombre, encontré ésta que me pareció reveladora del proceso de los estilos masculinos y hoy de asunción plena por un grupo cada vez mayor de féminas. Según el autor Jean Cabrité, existen cinco tipos de hombres: soltero, casado, divorciado, viudo y mago. A los primeros cuatro fenotipos harto conocidos, este riguroso antropólogo le adiciona un quinto, el mago y lo define como el DON JUAN  que echando un polvito  desaparece. Seguro estoy que de inmediato pensaron  ese es el arquetipo de Juan.

Reflexionaron y se reprocharon su aprehensiva respuesta.  No, no y dónde está el polvito?.  Porque en lo de desaparecerse  definitivamente ni Houdini tenía tanta habilidad escapista,  pero de aquello- una rica cogidita, bueno aunque fuera simplemente un coito sexigenario- nada.  Por supuesto, mis inquisitivas amigas, de inmediato  se preguntaron: a cual pertenece Juan? A ninguna.

¿Pero qué le pasa a nuestro Juan; no le gustamos, no tiene necesidad de sexo- con toda esa autopromoción del hombre del aullido Lighthouse, será un gay que está escondido en el guardarropa de la mamá castrante; Juan Francisco seguramente lo anuló con su personalidad eclipsante?. No, no, ya sé,  es un Don Juan y tiene tantas amantes que se da el lujo de hacer sufrir a las más recientes y ávidas adquisiciones para después poseerlas en estado de desesperación, de manera que con un simple roce de la vulva, ésta vivirá una orgía a lo Calígula.

¿Pero realmente eso es lo que queremos de nuestro amado Juan?

El tonto, para variar, me malinterpretó anoche, siempre complicando cuando no es necesario interpretar y reduciendo a la cerdedad lo sublime.

Es que acaso él no puede responder- ya que es incapaz de proponer- nos vamos a dormir para mi casa. No, el lacónicamente dice: yo también  quiero que no te vayas. Todo esto mirando hacia el cerrojo de la puerta y con la mano en el encendido del motor.

Esto no me puede estar pasando, se repite una y otra vez en la mente; será que este cabrito es un presuntuoso o realmente es catatónico?

YO estoy postrada a punto de aullar como las holandesas del faro pero no de placer, sino de desesperación. Bingo. El coñito lo que está es utilizando la vieja técnica oriental de la retención sensorial de manera de represar el placer, y una vez al borde del abismo daremos nuestro paso al frente para alcanzar el vértigo de la caída y la perdición del “Imperio de los Sentidos”

No, no, no me convence y mucho menos, luego de escuchar sus explicaciones elusivas sobre lo asíncrono de los tempi- pulsaciones en las punciones al corazón- y de los estilos, aun cuando razón  y sentimiento estén alineados.

Si Nietzsche lo expresó con tanta claridad mi amor, la felicidad es una ecuación lineal simple: un sí, un no, una línea recta y una meta.
Juan, por favor aprende a decir no, si despejas esta variable de la fórmula nietzscheana  un no  =  si------------------ tú,  y dónde quedo YO Juan, en el lado claro de la luna.


                                              Juan David Porras Santana 

16 oct 2014

A MI AMADA



                                                   
Los desvelos son cada vez  más frecuentes e intensos.  Ya  forman parte de mí  porque es una forma de estar contigo.
Los pocos momentos donde concilio el sueño, también te los dedico a ti, sino aparece tu figura en ellos, lo hace tu pensamiento y tus emociones que sacuden al Juan David que oníricamente te reconstruye de la misma forma, una y mil veces; no es obsecuencia, es el doble placer de ser tu esclavo y tu amo a una misma vez.

Presentirte se ha convertido en la más alta manifestación que puede alcanzar mi espíritu, sabes que recién descubro el amor gracias a que sin proponértelo  me heriste para que sintiera que el dolor que  dimana de ti, me hiciera reconocer que no sólo existes, sino que eres la razónpara que yo esté aquí. 

Era tal mi ajenidad que mi mundo era un recontra yo. Persistente negación a cualquier forma del otro, de los próximos, de los ajenos. Nunca quise aceptar la realidad, aun cuando en ella repto de manera eficaz, diestro en desentrañar sus verdades pero incapaz de aceptar que aplican también para mí.

Me gustas por elemental, por ser tal cual sin ambages, sin silogismos, parece que como una piedra preciosa mi mano te arrancó del  centro de la tierra y mis ojos te miraron con asombro, mientras tu sabías que era yo.

Cuando me pides que sea sublime, me vuelvo salvaje,  desencadenas la fuerza de los contrarios, quiero poseerte como lo hace el bruto libre o como lo hacen los espíritu impuros. Diferente cuando veo que me deseas con mirada torva, mi alma se colma de las más puras exaltaciones de lo humano  y trato pero no logro calmar tus ímpetus, fantasías y retorcidas formas.

Nos vincula el mar cuando lo vemos desde la costa, la mar cuando en ella nos sumergimos. Siempre dispuesto esperamos su aquiescencia. Es el ser más auténtico del planeta. Expresa fielmente sus iras y con ternura lame la inocente orilla. Sin él no tendríamos contenido, nuestro amor sería tan yermo como las carreteras de asfalto que circunscriben al planeta. 

Quiero que sepas que nada existe para mí sin ti. Si pienso en el desierto, la flor de cactus de colores eléctricos eres tú.  Dios hasta en mi cotidianidad tiene sentido solo si es para ti, de repente un simple memorándum de mi trabajo, tiene un destinatario, eres tú.
Por eso poesía te escribo redundantemente, lo  sabes desde que nací, todo lo que tengo está en ti.

Juan David Porras Santana.