16 jul 2014

DUDO DE MÍ A CADA INSTANTE





La inteligencia me persigue
pero yo soy más rápido
       Mayo francés


Confieso que les he mentido
Ratifico mi devoción por ti, mujer
Los heliotropos dispersan la intriga
Corro despavorido a agarrarme de su falda
¡Oh madre, me da asco la arena y el mar miedo!

Sólo puedo controlarme
cuando me hago esquivo
Un mar de ansiedad me agobia
La cima que alcanzo
es para correr en descenso
por sus abruptas laderas
perseguido por lo desconocido

Nací del drama Shakesperiano
Me impulsan mi  rebuscada inteligencia
y mi inasible alma, que  por  contrarias
jamás encontraran  la paz en los vivos
Porque mi conflicto, no es de la tierra
Pertenece a mis fantasmagóricos personajes
A mi lenguaje alegóricamente adrede
y a esta carrera absurda que comenzó
Cuando ya yo había matado a mi perseguidor
El inconsciente con mi rayo de luz blanca

Nada es gratis, ni siquiera la misma nada
Cobró el artero asesinato, adjudicándome
El peor asesino en serie, la hiperconsciencia
La inteligencia no pudo volver a alcanzarme
Mi mente es una tormenta eléctrica
Que en la total oscuridad ilumina
fragmentariamente la realidad de una radiografía

Llueve a cántaros en mi alma
Te veo a través de las gotas de agua
Las ráfagas de viento y los intermitentes rayos
Confieso que te mentí
para que no te fueras
Confieso que te mentí
para que desconocieras mi poder
Confieso que te mentí
como lo hice con madre tantas veces
Confieso que mentí
para que vieras en mí la normalidad que no poseo
Confieso que mentí
para sentirme el tenorio que aparento y no soy
Con mentiras logré la tangencia
de nuestras paralelas vidas

No te pido nada, sálvate si puedes
Pienso que es tarde porque también mentiste
Al ser mujer
todo lo que te he contado, ya lo sabías
Inexorablemente iré por ti
Cuando creas que ya todo ha pasado

Juan David Porras Santana


 





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