Hace 30 años dejé el arte o por lo menos la tentativa de que
mis versos y ejecuciones guitarrísticas lo fueran.
A este largo período –largo en la vida de un hombre- lo he llamado paréntesis lo que no es verdad, había fracasado sin que nadie se diera cuenta,
simplemente colapsé.
Alternativamente –
posiblemente precaviendo la cercana derrota- me había dedicado a la vida
empresarial y tuve éxito. Descubrí la magia de las finanzas, de los proyectos,
de trabajar junto a la gente, lo que hizo que mi fracaso se convirtiera en una
simple decisión fallida.
Mentira podrida adentro de mí, muy adentro se gestaba una
erupción que se produjo hace 10 años donde de pronto quería cerrar todos los círculos que a lo largo de mi catatónica vida había dejado sin concluir: mi carrera
universitaria – soy geógrafo – pasando por una maestría -MBA- hasta regresar a lo que había enterrado más
profundamente : la poesía y la música , la primera hace 2 años y la segunda
hace apenas 6 meses.
He de decirles que son los 10 años más plenos
de mi vida a pesar de que la causa principal del “ paréntesis " es la
enfermedad maniaco- depresiva y ésta
no es curable .
La he tratado con éxito con medicamentos, laborterapia y terapia cognitiva.
La he tratado con éxito con medicamentos, laborterapia y terapia cognitiva.
Hace 5 años sufrí de cáncer linfático, el cual tuvo
remisión gracias a la quimioterapia y radioterapia – estaba en grado 1- y a la
convicción de que no podía morir sin cerrar los círculos.
El otro acontecimiento doloroso en esta etapa
de plenitud fue la muerte de mi padre, mi mejor amigo como él también solía
decir , ocurrida hace 3 años , sobre todo por lo cruel de su enfermedad , sufrió
mucho.
Él fue unos de los grandes pensadores de Venezuela, un filósofo a carta cabal pero sobre todo un hombre mundano, lleno de vida, un galán con el sentido más fino del humor que he conocido. Nunca aceptó la muerte, ni en los estertores finales de su dolorosa agonía. Luchó, luchó, pienso que no se enteró nunca de que estaba muriendo, no lo aceptó, siempre me decía dándose por desentendido: ¿y cuál es la solución Juan David?
Él fue unos de los grandes pensadores de Venezuela, un filósofo a carta cabal pero sobre todo un hombre mundano, lleno de vida, un galán con el sentido más fino del humor que he conocido. Nunca aceptó la muerte, ni en los estertores finales de su dolorosa agonía. Luchó, luchó, pienso que no se enteró nunca de que estaba muriendo, no lo aceptó, siempre me decía dándose por desentendido: ¿y cuál es la solución Juan David?
A estas alturas se preguntarán ¿Juan David y a cuenta de
qué viene toda esta perorata? Amigos, porque hoy cumplo 58 años de edad y a
diferencia de lo que versaba mi amado poeta César Vallejo les digo : ¡hoy tengo ganas de vivir
corazón! .
Gracias vida, gracias muerte, gracias familia, gracias amor y
gracias amigos.
¡Qué bueno que estás en este mundo porque lo enriqueces! Felicidades
ResponderEliminarSin lugar a dudas, Juan David, eres un hombre con todas las letras, UN VALIENTE que demuestra a cada instante el amor por su tierra y por lo que hace, un digno ejemplo de tu bello país. Emociona, además, el afecto expresado por tu padre, una gran persona también. Gracias por tu honestidad y grandeza. Te envío un gran abrazo desde mi bella tierra Argentina.
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