aprieta la gran cintura de la tierra
A veces benévolo otras el averno
Es una constante convertida en variable
Somos los últimos caminantes de la historia
que con fe pero poca cordura nos decidimos
por estas tierras llenas de los grandes enigmas
del planeta que no cesan de asombrar y develar
Calor y color se hacen mestizos
Raíces y fronda se confunden
en una simbiosis que envidian los amantes
Todos es aéreo nada quiere ser permanente
No necesitamos esperar las estaciones
Un día puede ser primavera y la noche
gélido invierno no hay predicción posible
estamos hechos de azar y eterno presente
Juan David Porras Santana
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