6 mar 2016
EL MISTERIO ROJO DE LA MUJER
A Arelis Navarro
Viscosa vas permitiendo
que mi lengua repte
por las aterciopeladas mucosas
Sientes el roce de mi miembro
en tu erizada piel
Siento como tus humedales
se precipitan ¡Ah, cuánto placer!
Olores que ocre
se paladean lentamente
Los poros abiertos
transpiran la pulpa del sexo
Sin artilugio me das
acceso al feudo rojo
Tu imperio,
dónde lo sentidos se pervierten
Desaparece el horizonte
y la curvatura de la tierra
Ya no gira, perdió su eje
Se detuvo mientras
el universo se expande
para que perdiéramos perspectiva
Nada importa,
nomás el ahora que devora al mañana
Se disipan las tinieblas del pasado,
ofrenda a tu alma
No hay pensamientos
ni sensibilidad, priva el espíritu
Estruendo
es la orquesta de silencios en tempestad
Galopan los alazanes
de tu lejano lado oscuro
Llegué a la frontera
y miro perplejo el rojo abismo
que sin fin, me impide
continuar hacia ti , misteriosa mujer
Juan David Porras Santana
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