A Ella, la víbora y la abeja: La desnudez preciosa.
Juan Sánchez Peláez
Miel pura nada te corrompe, imperecedera
Por eso aquellos pitones de Cleopatra
nunca dejaron de mirar a las estrellas
Desnuda eres la luna y las mareas
Movilizas las entrañas de la mar
Y me narras tu electrizante vida
Cabalgas en solitario la playa desnuda
Las palmeras se reflejan en tu espalda
y mi mirada hace una elipse en tu rabadilla
La forma definió tu relación con la vida
El contenido lo reservas en las ánforas perdidas
como mi amor se contendrá aunque seas mía
Juan David Porras Santana
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