Hay quien ha venido al mundo para enamorarse de una sola mujer y,
consecuentemente, no es probable que tropiece con ella.
José Ortega y Gasset
Y si la promiscuidad fuese el incesante deseo de hallarla a ella
Suena cínico verdad, pero es que ella es ella, no puede ser otra
Las repeticiones en otros brazos no hacen sino endiosarla a ella
Ella no sabe de la búsqueda frenética, de la jauría emprendida
Nace con uno y lo más probable es que nos la llevemos a la tumba
Ella nunca se enteró, su perseguidor no la encontró, muere un amor
Era un imposible, sus feromonas estaban en Estambul, él en Ushuaia
Distancia y kairós los separaban, ella lo soñaba, él un perro de caza
Una historia de amor que como contar los números no terminará nunca
Todos tenemos una orquidea fantasma
que puede estar sin saber esperándonos
en el jardín del vecino y la ignoras
o en la fronda profunda del amazonas
dónde tu perseverancia debajo de una cascada te honra
Juan David Porras Santana
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