Serpenteaba el gran río
entre la fronda escondido
De pronto como un trueno
sus aguas caían, estruendo
en la selva que se acallaba
y perpleja se devoraba la catarata
Tus labios excitados
temblaban porque esperaban
no sabían el resultado
que otros labios los besaran
ya los habían besado tanto ,
instintivamente sabías su sentido
una humedad parecida
al pantanal saturado,
arboles ahogados
inmensas anacondas verdes
y toninas rosadas
reino de aguas espesas
que se encuentran
Reptiles que reptan
en la fronda más espesa
raíces de manglares que vuelan
Así arde nuestra osamenta
desde las mucosas cargadas
de pecaminosos pensamientos
y serpenteamos el gran río
entre la fronda escondidos
De pronto como un trueno
tus aguas y las mías caen,
estruendo en la selva
que se acalla
y perpleja se devora
nuestras gargantas
Juan David Porras Santana
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