A María José Guerra, mi Lusa
Del Magreb un tejido de disonancias
muestran que la tonalidad es convexa
La guitarra de los vientos del Sahara
Flamenco, Sefardí se hacen un fado
Anda camina sus callejuelas oscuras
Solo los ojos de los gatos y el acorde rasgueado
Entraran por tu laberinto misterioso
Payo que quieres forzar sin poder entrar
Te seduce nada más por distinto
Por tener tantas culturas y barnices encima
Paco de Lucía podía seguir a John McLaughlin
Para hacerlo sentir feliz, al revés imposible
Paco amó más al canto que a su extensión, la guitarra
Por eso cuando Camarón de la Isla murió
La guitarra de Paco sintió que perdió la prima, el cante
Juan David Porras Santana
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