Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros,
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Pablo Neruda
Una mancha de aves oscurece el cielo
Soy yo en retirada desde mi propio abismo
Dónde me hice monje de un oscuro culto
Eres la luz que me espanta de mi amañada gruta
Llegaste sin aviso para ocupar el vacío de mi alma
Y no supe sino huir en desbandada, sin dirección
Sólo consciente de que significarías la resurrección
Y para eso no estaba preparado, era calcinados restos
Como una ráfaga de perdigones arrasaste mi bandada
Quedo ingrávido en el aire, mi espíritu del cual te hiciste
presa y le insuflaste la dimensión del erotismo desconocido
Vi tus formas, tus latidos, pulsiones y me enrosqué de placer
Que se retorcía entre compulsiones y bramidos, ¡estaba vivo!
Me pregunté,
si me abandona, volveré a la oración del santo sepulcro
Juan David Porras Santana
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