Diminuto
el colibrí rasga el espeso telón azul del cielo pariano
Detenido
en el momento cierto y ajeno a toda presencia, traza el verde
En mi
mente aparece el Picasso de tus Roques transmutados desde los pies
Es
inevitable, basta una vez para ser imborrable en el espíritu del otro
Pero una
vez para la comunión no basta.
La boa
constrictora está en celo
No me
pude acercar la primera vez en Paria
Cumplido
el círculo trascendente
Accedió
a mi mano, para ella, una vez sí basta.
En esta
costa, el mar y la montaña son una única esmeralda
Vivo en
su entraña, nunca sé cuándo salgo del agua
En mi
pensamiento, lo imaginario es real como en los sueños eróticos del alba
Eso no
basta, tienes razón, sólo sirve para hacer poesía
Pero me
despierto y en la cama está sudada la sábana blanca.
Juan David Porras Santana
Y una vez...nunca basta.
ResponderEliminarHERMOSO poema.
Besos