“Fue mi soledad, tan sola y mía
Cono de penumbra y fantasía…”
De la letra de un bolero
de Juan F. Porras Rengel , ninguno como él
Aislado de mi ser, me reinventé
Con retazos de atisbos y terror
Huyo sin lograrlo de mi creación
Fuente de angustia demoledora
que lenta teje mi sudario de púas
afincándose a placer dónde más duele
Tentadora la mar recibe mis omoplatos
Una suerte de espejismo distrae
mi torturada mente y la hace espíritu
Soy el sueño de mi mismo en la mar
Que se consustancia con la sal
me purifica llevado por sus brazos
Allá en la playa me esperas santa mía
Las palmeras hacen cada vez más verdadera
esta extraña alegoría de la soledad femenina
Juan David Porras Santana
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