Paso lento, firme y seguro
Sé
lo que busco y lo que quiero
No
tengo un rumbo sólo advertencias
En
un camino lleno de fragantes hormonas
Me
distraen las exóticas orquídeas
pero no dejo de mirar la flor del cactus
Todo es un Edén como el de los primeros
Me
detengo y sé que no puede ser
La mujer es belleza pero mucho
más
Es
de noche y las estrellas me susurran
busca en las rojas arcillas del planeta
los
azules que confunden al mar con el cielo
Caminé y la terracota si hizo sangre
El
horizonte era una pugna de zafiros
La
mujer es confusión sólo para el hombre
En
un oasis se reflejó en el espejo de agua
tu
rostro, ¡Oh mujer emancipada!
Supe entonces
que
mi búsqueda apenas comenzaba
La
mujer que buscaba era libérrima
No
podía estar en cubos, ni en esferas
Pertenecía a un mundo sin geometrías
Olvidé la cartografía, me convertí
en
un perseguidor de instintos
Usé
el instrumental de la mujer
presentimiento, pasión y entrega
Ya
no dejaba huellas en el camino
porque su trayectoria
ya
no era del reino de este mundo
Me
sumergí en la constelación de Andrómeda
Para terminar dándome cuenta
que
caminé siempre entorno a ella
No
la veía porque como un esquizofrénico
La
separé en pedazos que solos, no eran ella
La
mujer es un todo, entero, indivisible
Niña , adolescente, amante , madre
No
son estados, ni funciones
Es
simplemente un universo opuesto
que por lo mismo nos atrae sin
explicaciones
Juan David Porras Santana
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