Recuerda cuando no decides , estás deciciendo
La codicia es tal
que almacenamos hasta lo que nos hace daño
El sentido de pertenencia
se extiende hasta aquello que nos hace sufrir
Lo acariciamos, lo codiciamos
y hasta lo veneramos,
somos sus discípulos
Es la escuela del oscurantismo
en pleno siglo XXI, desplazando a todas las creencias
Educamos a nuestros hijos
no para ser hombres y mujeres libres,
sino para ser adeptos
del que hemos erigido en Dios: la culpa
A cada decisión nuestra
corresponde una responsabilidad pero no una culpa
Es muy distinto asumir consecuencias
que sentirse perseguido por Dios y la humanidad
Ya nadie se atreve a tomar decisiones,
puede ser tachado de irresponsable,
está sentenciado a priori a ser un fracasado
Es tal nuestro complejo de persecución
que toda acción conlleva
el lastre congénito el error , no el acierto
Estos demonios se han ido acumulando
toxinas en nuestro espíritu
como la nicotina en los pulmones del fumador
Lo están asfixiando,
es un entidad enferma que no puede dar amor ,
y es justamente allí, donde más yerra ,
el fracasado amor en el siglo XXI
Ese espíritu contaminado no está en capacidad de juzgar:
¿Qué es amor, dónde , cómo?
Tenemos una obligación indeclinable
exorcizar al pútrido espíritu , limpiar nuestra casa
Antes de emprender la búsqueda del amor ,
de educar a nuestros hijos, de exigir una mejor sociedad
Líbrame Señor de mí mismo para poder servirte
Juan David Porras Santana
No hay comentarios:
Publicar un comentario