De noche en Navidad frente al nacimiento
juraría que estaba adentro
Sentía como en las casitas
que rodeaban al pesebre estaban mis vecinos
El olor a pino traído de no sé dónde
se hizo tan tropical como la guayaba
Yo era un niño formado
bajo la palabra de Dios y entendía que él era Cristo
No porque asumiera el misterio
de las tres divinas personas en una sola
Eso era demasiado para mí,
sino que el niño Jesús sería el Cristo que tanto amamos
Cuando pecábamos los sacerdotes nos obligaban
a clavar una espina en el corazón de Jesús
Cuánto dolor me producía, mis manos temblaban
al acercarme a ese hombre adolorido
Para infringirle más dolor del que había recibido,
sufría por mi culpa por mi grandísima culpa
Cuánta culpa llevaba a cuesta aquél hombre
que conocí de niño en días de alegría desbordante
La Navidad es el único momento
donde los cristianos de la tierra nos parecemos todos
Festejamos desde la anunciación
hasta la venida al mundo de nuestro niño Jesús
Sabemos su destino pero mágicamente
como si fuese hace 2013 años, allí estamos, inocentes y puros
Con la esperanza de la redención, vamos caminando junto a él,
seguros de que el mundo tiene salvación
Por eso en ti creo, porque humana es tu condición
Juan David Porras Santana
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