31 jul 2016

CECI CE





                                                              

Distinguida por la obscuridad
labraba un universo desde adentro
cavaba con ahínco y frenesí
lo que sería un cosmos en el orbe

Pujó, pujo y parió constelaciones
No quiso distinguirlas con nombre
que evocaran sus formas, desterró
toda posible relación con su ser

Ya no sería la madre del hombre
Ya no sería la amante del hombre
Volvería la unidad al universo
Y con ello ejercería el todo y la nada

Comenzó una nueva era post humana
Dónde nada se decidía, ni optaba
Importaba la esencia, gravitaba el alma
No era un reino, era ella, nadie se nombraba

Juan David Porras Santana




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