A Mary Ezcurra
Consabida
leyenda
de la belleza
de Helena
Misterio que
crece
con las
mujeres que vienen
Sumergido en
el Egeo
tal vez su largo fémur
La verdadera
pasarela
está en las
calles de mi vida
He deseado a
cada mujer
que camina
sabiendo como gusta
Lo que tu
imaginación agrega
es menos que
su realeza
Reinarán siempre
aparentando ser
subordinadas
Son leonas
que incansables
controlan lo
que sucede en la sabana
Conocen de
nuestras limitaciones
para traspasar el horizonte
Y que se sucederán
los milenios
para que
demos el próximo paso
Nunca
aguardan, siempre
se anticipan
y pueden represarse
Las he visto
devorarse
un hombre y
regurgitar su alma
Las he visto caminar
como cristo
sobre las aguas
Las he visto
sumergirse en el lodo
y emerger
como garzas blancas
Nunca
podremos tener de poseer
a ninguna,
son almas libres
Si te asomas
al abismo de su mirada
sabrás de lo
que hablo
Si te dan un
orgasmo
solo
obtendrás una imagen
Les pertenece
hasta
el último
suspiro, la esencia
de lo que
entregan por eso
siempre de ella serán sus hijos
Juan David Porras
Santana
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