“El sexo es el consuelo
para los que ya no tienen amor”.
Gabriel
García Márquez
Era tal tu vorágine sexual,
que te hice mi amada
Nunca supe entre tantas
que se hacía el amor , copulábamos
nos parecíamos tanto a los
perros
que lo hacíamos en público
sin importar , los gritos ,
los baldes de agua
y nos preguntábamos ¿ la
gente no se enamora?
sólo procrean como los tigres
azules de Bengala
Desapareciste, y ambos nos
pervertimos
Para alcanzar un orgasmo necesitábamos
que nuestras mentes bajaran
al inframundo
Después no era suficiente vendimos
el alma
Y nos asombró que quienes
querían comprarla
eran los castos , sacerdotes
y padres de familia
Como desechos humanos
moríamos
y nada nos detenía en la búsqueda
del placer absoluto y permanente
la muerte nos evitaba y nos
usaba
para anticipar con nuestros
restos
su preciso oficio
Ya moribundo una prostituta
me recogió de las calles y me
cuidó
teníamos largas
conversaciones
sobre el bien y el mal, las
que finalizaban
con la frase : las putas no
nos enamoramos
y ustedes los hombres de
todas se enamoran
Me di cuenta de mi terrible error
Nunca había estado enamorado
Creía que el sexo profundo
como la selva
Era la manifestación del amor
más intenso
Y en su espesa lujuria me
extravié
Lloraba de alegría y tristeza
al tomar la mano
de esta mujer que con amor me
miraba
esperando que una flecha me
partiera el corazón
Juan David Porras Santana
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