La madurez del hombre es haber
recobrado la seriedad con que jugábamos
cuando éramos niños.
Nietzsche
Largos años de mi cadena de culpas
Vivía en el oscurantismo junto a Torquemada
Los compromisos de la infancia jamás se cambian
Los mancillan aquellos que dejaron de ser niños
Muchos mueren sin haber comprendido
Que la primera inocencia es la mayor sapiencia
Que la primera inocencia surge del ser
No del despótico yo que incumplirá todas sus causas
Larga ristra de esos que llamaron mis pecados
Hoy a mis cercanos sesenta, son mi apología
Actos puros y por ello contundentemente desafiantes
Aquel ser era un niño con alma de gentilhombre
Mi doncella una niña como tú mi amada
Fascinantes silencios sobrecogían
nuestras madrigales e infinitas tardes
y dejaban el indeclinable deseo de mañana
Juan David Porras Santana
Me encanta "el indeclinable deseo de mañana". Es algo que sentí de niña . Saludos :)
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