Corre sobre la sabana africana
la manada más grande del mundo
Ella sabe que el tiempo es único e irrepetible
El esquizofrénico se multiplica
para aprovechar al tiempo
El contemplativo paladea
la lentitud del pasar del tiempo
El anhelante se devora con sus fauces
trozos de carne en que se deshace su tiempo
La mayoría quiere matar el tiempo
Al único incondicional
que los acompañará sin traiciones
hasta el último momento
Asombrosamente ese compañero
que sigue nuestro paso
lo convertimos en nuestro
más atroz e implacable enemigo
Ese que siempre está a la misma distancia
Ese que nos permite viajar de izquierda a derecha
Ese que nos transporta desde la evocación
hasta el más imposible de los sueños
y aun así, a ese, nuestro fiel compañero
lo queremos lapidar
como lo hacen los bárbaros creyentes
con las mujeres infieles
¡Horror , es que acaso no te has dado cuenta
que sólo cuentas con el transcurrir
entre el alba y el ocaso!
¡Judas y lo entregas al mejor postor
a cambio de lo que no te pertenecerá!
La conciencia es la densidad del tiempo
Ergo a menor conciencia fluye más raudo
Se te colará como agua entre los dientes
Es hora de que lo mires a los ojos
Nunca le preguntes cuánto durará su compañía
Sólo dile:
Permíteme ir adelante de ti, quiero ser tu guía
Para que cuando me alcances veas en mí
la intensidad con que nos devoramos a la vida
Juan David Porras Santana
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