Las he visto naufragar por un amor ido
Un sufrimiento que nosotros no conocemos
Nuestro verbo es poseer, el de ellas fundar
Siguen siendo tan fieras como sus primeras
Están evolucionadas para la premonición
al punto que si los designios alteran lo dicho
se convertirán en acechantes Amazonas
para que se cumpla lo que el destino les dijo
He visto en su rostro
desde la más enternecedora dulzura
hasta los temibles colmillos de una loba
recién parida en la gélida tundra
He sentido en sus entrañas
La tersura con la que sueño
y sólo allí, es sustantividad
con un olor que la naturaleza ni el universo
podrán emular , son esencias tan singulares
con algo que proviene del celo y del más allá
Provenimos de la unidad que se escinde
Para asegurar que lo que nos diferencia
se pueda expresar entregándoles una rosa
Porque el arte de evocar a ellas pertenece
Mi nostalgia de poeta las inspira
pero las transfigura en bellas durmientes
Preferirán soñar con mis palabras
que tenerme en carne y hueso
Juan David Porras Santana
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