Soterrada en mi memoria eres azul
de iceberg, de deshielo de glacial
Sí ese azul extracorpóreo e inasible
Siempre estarás de incógnita en mí
Recuerdo tal vez de un pasado glacial
de cavernas, de prolongadas hibernaciones
Le opongo el rojo frenesí y la exuberancia
Y no consigo sino profundizar la distancia
Lo vivencial y vibrante te ahuyenta
Protegida por la incógnita catedral de hielo
Miras con desdén al amor pasional
la cópula vertical, bestial y sus convulsiones
Sé que estoy en el polo Norte porque mi brújula
apunta Sur, mientras veo al gran oso polar
te escondes no quieres que te encuentre
mientras me repito en pieles abrasantes
de mujeres que sin alma
quieren arder en el Averno
Juan David Porras Santana
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