La presión de
la columna azul sobre mí
me deforma, parezco una medusa morada
la luz es tan turquesa, claroscuro espectral
Sobre la
grava una caracola reposaba
Nunca había
visto tal concha marina
Figuraba la
prehistoria y anunciaba el mañana
La tomé y
sentí que hurtaba lo sagrado
Aquello
estaba consagrado por fuerzas Atlántidas
Inmediatamente
me apercibí del templo nauta
Un santuario
de corales negros y rojos
que orlaban
un inmenso altar de oricalco
y en oro una
estatuilla de Poseidón reinaba
Latía mi
corazón y me había consumido el aire
Aun así
respiraba como un pez sosegadamente
Sentí como un
deja vu , reconstruía mi pasado
de la mar venimos y a ella he vuelto emancipado
Juan David
Porras Santana
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