21 mar 2013

21 DE MARZO


Hoy 21 de marzo, es equinoccio de primavera, y tal fecha fue adoptada durante la 30ª reunión de la UNESCO celebrada en París en 1999, día mundial de la poesía.

 Mi poesía está dedicada por entero al  que considero el único y verdadero tema inquietante y vibrante: LA MUJER.

 Quise hacer para este día una selección de mis poemas que en lo más visceral y entrañable, me unen a este enigmático y misterioso ser.

 El día de mi cumpleaños me hice un regalo: sentir que podía escribir unos versos, ya no a una mujer en particular sino a todas. En mi vida- una ñapa al medio cupón- si algo he vivido con intensidad y al mismo tiempo con genuina inquietud es mi relación con las mujeres. He sido un bendito, siempre me han querido y las he adorado- bueno, soy feo pero algún encanto soterrado tendré.

  En fin, el filósofo alemán Friedrich Wilhelm Nietzsche que creía conocer muy bien a la mujer, decía que la clave para descifrarlas estaba en la preñez. La visión de Nietzsche de la mujer se centra en su papel de madre en potencia, y no se extiende mucho más allá. Guardando las distancias- por supuesto el genio soy yo-, esa visión simplista jamás me convenció- alguna maliciosamente dirá, por supuesto sino has preñado a ninguna,pienso- que exagerado- que la mujer es la gran motivación , no sólo por la procreación, sino porque ella guarda el secreto del sentido de vivir en su erótica y poderosamente atractiva mente en  contradicción con el instinto de la muerte-Eros versus Thanatos- y permanentemente tiene que hacer uso de los más sofisticados artilugios para que nosotros los infantiles y soñadores hombres lo recordemos y actuemos en consecuencia. Por eso y para todas y para ninguna como decía Nietzsche, van estos versos.






LA MUJER EMANCIPADA



María llena eres de gracia, por  el toque de lo divino
y de lo   profano.

Y eso no ha sido acaso tu vida: ser madre, 

bailar hasta desfallecer

Sobre  una mesa.

Pensar y sentir tan adentro que se hacen dos: 

la que calla y la que

Fulmina

En una sola María llena eres de gracia, por los genes

 y el libre arbitrio.

Raciocinio, sensibilidad y disposición para actuar, 

son tus cualidades María,

Lo saben los que te conocen y los que te intuimos 

por ello insistimos:

María llena eres de gracia, el Señor es contigo.

¿Qué te hace falta María? Díselo a él:

Señor soy María tu hija, y aparta de mi este cáliz





ESTUPOR



Creí haber perdido todo, hasta el mar.

Agotado  a su sensible eco, me convertí en su  deriva;

Insistiendo en la oscura curva de su mutabilidad.

No supe más de la predestinación de la quilla,

Ni de la ruptura del espejo de agua en la inmersión por su vertical

Mujer y mar son indisolubles dentro de mi costillar.

Si se agotó el mar, mujer, ¿ por qué tu siempre estás?,

Como el mascarón de proa en los naufragios de la eternidad

Solo seguro del instante cierto, persisto en vuestra ingravidez

Así son ustedes, mar y mujer,

Sellan mi aliento en su abismo otra vez..

Estupefacto descubro que al bailar contigo insensatez, me pierdo de

Nuevo en la canícula de los archipiélagos desconocidos de altamar




LA  ROSA UTERINA


Sumergida en tu designio uterino
Rosa de la integración te sé
De tu desolación en arcos de sangre
La secreta semilla del instinto fecundó,
Y con el tiento de esa sangre ciega
Certeros largaron por ahí mis huesos
Que al pulso húmedo de tu medida
Desertaron en la estancia ignota de tus besos
Entre tus besos y mis huesos
Cruzan incandescentes silencios en estampida
Dejando en el rastro indelebles huellas de misantropías
Del retoño de esas huellas,
Trepida en tu carnosa abadía:
La uterina rosa sumergida.



  

UNA VEZ NO BASTA



Diminuto el colibrí rasga el espeso telón azul del Cielo Pariano

Detenido en el momento cierto, y ajeno a toda presencia, 

traza el verde

 En mi mente aparece el Picasso de tus Roques, 

trasmutados desde tus pies

Es inevitable, basta una vez para ser imborrable 

en el espíritu del otro

Pero una vez para la comunión no basta.

La boa constrictora está en celo,

No me pude acercar la primera vez en Paria

Cumplido el círculo trascendente

Accedió a mi mano; para ella, una vez si basta

En esta costa, el mar y la montaña son una única esmeralda

Vivo en su entraña, nunca se cuando salgo del agua

En mi pensamiento, lo imaginario es real 

como en los sueños eróticos del alba

Eso no basta, tienes razón, solo sirve para hacer poesía

Pero me despierto y en la cama esta sudada la sábana blanca.





CARTILAGO PROXIMAL



Candente sol equinoccial quema mi ancha espalda

Hazlo ahora que mi brazada sigue siendo amplia

Y tu llamarada es infinita pero torva in tempo


Moléculas acuosas no respondan  a mi humanidad

Les ruego, sensibilícense: soy sólo un cansado corazón

Que necesita trocarlas en las arenas ardientes de esa playa


Bóveda celeste mantén tu curvatura sobre mi espina dorsal

Como lo haces con el cachalote, bien avenido de las profundidades

Sin ti, como saber  que no estoy soñando desmesuradamente



Costa verde, raíz amarga, mantenla allí para que no la pierda

No sé, si la quiero alcanzar

O solo nadar, nadar, nadar hacia ella para siempre







LA TENTACIÓN DEL FUTURO

Nunca imaginó que de aquella tarde donde cabría el todo
Surgiría rutilante la nada
Siempre supo que en la oscura gruta de mi mente
Un manantial decantaba adolecente
Algunos momentos parecían surgidos de la muerte
Mientras otros eran lúbricos e incandescentes
Sus persas eran mis griegos
Sus romanzas mis elegías
Aprendió a dar un paso al frente desde siempre
Mis huidas le desconcertaban al punto de demorar su paso
Así es de demoledora su gentileza
Nunca sus aguas hicieron un meandro, desembocan terriblemente
El río circular a él,
Le impedía tributar en las aguas que nunca los confundiría
Tal asincronía fue desvelada una modosa tarde de diciembre:
Ella llevaba en su sangre genes de futuro
que le impedían ver el pasado
El había quedado atrapado en una capsula  de destiempo, donde
Eternamente pegaría su rostro a las ventanillas
desde donde hasta su último día, la miraría


Juan David Porras Santana

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