Palabras que acompañaron la presentación del poemario
Químicamente Puro de Juan David Porras Santana
Químicamente Puro de Juan David Porras Santana
Calmar al Insomne Corazón
Voy a hablar como lectora que he sido de estos textos antes de que se convirtieran en el hermoso poemario que es hoy.
Lo maravilloso de la poesía no sólo está en su carácter inspirador o en su musicalidad o en lo bien que le sienta a nuestros espíritus. Hay también en un poemario la posibilidad de infinitas lecturas de acuerdo a nuestras propias sensaciones y experiencias que pueden fundirse o no con las que nos ofrece el libro. Acercarse permite así crear nuevas interpretaciones cada vez. Suerte pura.
Voy a poner un par de ejemplos:
- Me interesó, desde la primera vez que me acerqué a Químicamente Puro, la utilización del mito de Frankenstein.
Como sabemos, él es una creación hecha a retazos que en su vida adulta se debate sobre la pertenencia.
A qué padre, a qué amante, a qué historia pertenezco...
Búsqueda infatigable de otra vida en la que reconocerse.
En este poemario la figura de Frankenstein recorre el libro, mostrándose en diferentes afanes: el amoroso y el de la dificultad de conectarse.
Eso interpreté yo en mi primera lectura.
Luego, reconocí que la utilización de esa metáfora tan poderosa nos refleja a una gran mayoría de nosotros, hombres y mujeres del siglo 21.
Me explico:
Estamos hechos de retazos de información, tantos y que nos llegan a velocidad tan vertiginosa que apenas podemos procesarla y hacer que se incorpore a nuestra cultura personal. Esa sobreexposición a la información nos hace coincidir con Frankenstein en el desconcierto, la soledad, la búsqueda de una cierta verdad y -ni que decirlo- del debate interno sobre la justicia, el amor y la muerte.
En la relectura, me fascinó esa nueva posibilidad.
- También pensé en primera instancia que otro de los temas que atraviesan este poemario era la observación exhaustiva de lo femenino. Incluso, desde la entrada, el autor dedica: "A la mujer, lo único realmente inquietante".
Pero, leyendo de nuevo, creí más bien que el tema es la incombustible búsqueda del amor, que sabemos se escapa, se disfraza, vuelve. Sus evasivas maneras, fascinan y violentan. Nunca nada parece resuelto, sabido, asimilado.
Se trata de nuevo de la búsqueda infatigable por pertenecer.
Como vemos, cada vez que nos asomamos a Químicamente Puro, podemos ver algún reflejo de nuestras propias historias.
Cumple este libro con algunas de las funciones sagradas de la poesía: asomarnos a la belleza, acompañar nuestras dudas, pausar la incertidumbre, calmar el insomne corazón.
Celebro que una nueva voz se asome al espacio literario venezolano, con lenguaje y tema propios. El aporte enriquece lo cotidiano en Venezuela y a cada lector allí donde se encuentre.
Ahora, sólo podemos esperar un nuevo libro, para dejarnos llevar por otra musicalidad y por otra propuesta de este sólido poeta que es Juan David Porras Santana.
Jessie
Caballero Osuna.
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