Con el sólo presentimiento de que aquella mujer estaba
en algún lugar, me era suficiente. Transcurrían los años y sólo sabía de ella a
través del presentimiento, que como dijo Lorca: es la sonda del alma en el
misterio. La recordaba eróticamente; en
mi memoria quedaba inscrita la sensualidad de su piel, de su mirada y de manera
muy especial, sus pies.
Reconozco hoy, cuando la miro, que es como si nunca lo
hubiese dejado de hacer. Volvió, corrijo nunca se fue.
¿Pero cuál es
el sentido de este continuo de mi memoria, de mi sensibilidad, de esta
persistencia del ayer que pareciera que no se puede sino conjugar en presente?
Confieso, que si lo sé. Pareciera que si lo expresara,
si tan sólo bajare al sótano para reencontrarme con la razón de ella, me
ocurriría lo que le pasó a Marcelino pan y vino. Y a diferencia de él, no me
quiero extraviar por el llamado de una divinidad. Prefiero mantener la puerta
cerrada que conduce al desván, no vaya a ser que la pierda a ella también.
No la invocaré, tampoco me distanciaré. Trataré de ser
un fantasma que como el de Ghost siempre la acompañe, inclusive la pueda tocar
y que ella me sienta, tan profundo que del reino de los olores extraeremos la
esencia del malabar, del limón, del sexo
de pares químicamente puros, sin siquiera olfatear. Así, nuestro imperio de los
sentidos que siempre ha funcionado desde el exterior hacia el alma, creará su
ámbito, en la más sutil de las ensoñaciones: el amor, lo único trascendente que
puede existir entre mujer y hombre; ese que
esculpe las increpaciones del instinto y las convierte en expresiones
sublimes pero no tántricas, sino tremendamente carnales, salvajemente
introyectas, que al menor resquicio despejan las capas acumuladas de tanta
cotidianidad.
Como dije, esta relación sólo sabe conjugar el tiempo
presente, por eso tendrá siempre, lo que la hace inmortal, no tiene memoria, se
construye con el más básico de los instintos: la supervivivencia.
Juan David Porras Santana
Poeta:
ResponderEliminarSin duda de todo lo que he leido para mi es lo mejor¡¡ tus hermosas palabras conmueven y emosionán. Imagino.... ¿Cuantas de tantas, y variadas mujeres que han pasado por tu vida, estarán mirandose los pies? Algunas ya muy viejas,opacas,quimicamete transformadas sin hormonas, cansadas...Tendrán nuevamente un minuto de ilusión y rubor¡¡¡ Pensando... esto me lo escribistes a mi, estoy segura¡¡ Muy pocas o ninguna, entendio (que nunca pudistes contemplar ni amar, ningún pies ) Soló tenias ojos, fuerza y aliento para cuidar tus delicados,sensibles,rojizos y planos pies. Que desde siempre, los sentites un poco debiles y cansados.
Quizás, si alguién te hubiera dicho sin adulancia ni interes como veia realmente tus pies. Estaria arropada entre tus fuertes brazos y tus blancas y otras veces azules sabanas.. hasta el fin del fin ¡¡¡