5 nov 2012
LA MUJER DE MADEIRA
Sus venas como las levadas irrigan desde adentro para ir más adentro
Esta mujer que en sus entrañas es volcánica, en sus ojos transparenta las arenas africanas
A veces su alma es una caleta de CaniÇal y otras un punzón penetrante
Así es la mujer de Madeira; da tanto y recibe tan poco.
En su insaciable infancia vivió dentro de una esmeralda. Añoranzas, añoranzas
Esa es su raíz, que yo tuve la suerte de ver y oír. Palpé su dicha y su tristeza
Es la vid de un extraño mundo lleno de voces y duendes del Atlántico
Así es la mujer de Madeira; da tanto y recibe tan poco.
Sus manos y sus pies guardan el extraño secreto de hacer y deshacer
Allí está su poder. Como en las antiguas mitologías y cosmogonías
si la quieres poseer debes descifrar su criptografía:
¿Por qué alguien que da tanto recibe tan poco?
Porque todo le fue dado a esta niña, cuando Dios jugó sus dados.
Juan David Porras Santana
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