23 feb 2013

LAS CARIÑITAS-- A un año del documento original sigue creciendo la lista-

 Para  Yanel,  Marilyn y  la logia se amplió, se incorporó Xiomara

Entrada la noche, me hago presente en  el Chalet Suizo, al fondo la voz profunda de Raúl sirve de soporte armónico al lirismo de Doris.

La barra está atestada de acólitos que se pelean por ocupar el lugar más cercano a  Yanel , Marilyn y ahora a Xiomara: las Cariñitas.

Todos sueñan con captar su atención y pocos lo logran, pero son de tal gentileza los  buenos modales de las cariñitas que reconfortados y fortalecidos quedan estos equivocados corazones. Así que una y otra vez lo intentarán y siempre saldrán convencidos de que están más cerca y que falta poco para la coronación de su desmedido amor.

¡Qué equivocados están!  Yanel,  Marilyn y Xiomara no están esperando a un hombre, desde siempre han estado alertas y despiertas para poder apresar de la noche, el todo, que no es una suma de las partes: música, licor, compañía, rostros sino como decía La Gestalt: “el todo es algo más que la suma de las partes”. Es un momento hipnótico donde nos vemos arrastrados por un insólito destino en el momento menos esperado y generalmente el más ansiado.

 No sé si a mis amigas tal  evento las ha ocurrido pero puedo asegurar intuitivamente que esa noche y algunas otras en las que coincidimos, tal cosa, no ocurrió.  En todos estos momentos las observaba fascinado por su belleza holística, su don de gente y sobre todo porque tenía la certeza que estaba frente a Diana, la diosa de la caza y que más tarde pasó a ser la diosa de la luna,  siendo también un emblema de la castidad. Entendiendo en todo momento que esa castidad era una abstinencia necesaria para un fin último: la entrega desprovista de todo prejuicio y cargada no sólo del mayor erotismo, sino de amor síncrono con todos esos elementos que antes estaban desagregados como un rompecabezas: música, elixires, objetivación masculina. De la esquizofrenia al equilibrio total de un monje Tibetano.

 Fe  doy  que todos esos galanes que las rondan como gavilanes están miccionando   extrarecipiente  y que mis amigas con cariño los irán eliminando y sumándolos a una extraña e inconmensurable lista de pretendientes por ellas adoptados.- Epa amigos , no se arrechen que en esa lista, el primero fui yo-


Juan David Porras Santana


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